Una nueva exposición, centrada en el caballo, el huaso y la identidad, abre la próxima semana, reformulando el montaje y guión curatorial del Museo de la Chilenidad, cuyo objetivo es difundir los tesoros de la tradición cultural campesina de Chile, así como mantener el espíritu patrio a lo largo de todo el año.

Fuente: El Mercurio

Marilú Ortiz de Rozas

Un caballo corralero que define la raza chilena, el "Quebrado", preside el Museo de la Chilenidad. Este ejemplar, de pelaje coipo, es recordado por su "velocidad, valentía y su extraordinario temperamento", que lo llevaron a cosechar cientos de premios en los rodeos. Además, en sus largos 27 años de vida (1919 a 1946), dejó un centenar de hijos inscritos, la mayoría de "gran sello racial", y otro tanto de no inscritos, constituyendo uno de los mejores reproductores de todos los tiempos. Más allá de estos méritos, fue tanto el cariño que sintiera por él su propietario, que embalsamó su cabeza luego de su muerte, la que luego pasó a otros criadores, casi como un objeto de culto. Es ésta la pasión que se respira al ingresar a este recinto formado al amparo de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, de la Fundación Ferrada-Walker y de la Municipalidad de Las Condes, que le facilita al museo un hermoso espacio: las antiguas caballerizas y llavería de la hacienda Santa Rosa de Apoquindo. La exposición "Sello de identidad. Piezas escogidas de la tradición campesina y el caballo chileno" da inicio a una nueva etapa de este singular museo. "Hoy estamos dando un segundo paso en su habilitación. Lo abrimos en 2012, con una exposición de pintura sobre el paisaje rural nacional; ahora dispone de una valiosa colección, gracias a un convenio con la Fundación Ferrada-Walker, que aporta atuendos e implementos del huaso y su caballo. También inauguraremos una sala especial para acoger a los visitantes, donde un documental los introduce al universo del campo chileno y les presenta los objetos exhibidos", revela el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza. Agrega que el museo, en un futuro cercano, debe seguir creciendo. "Disponemos de un vasto espacio interior y exterior, que se irá incorporando progresivamente, para desarrollar exposiciones y actividades temáticas en torno a las tradiciones campesinas", recalca. El nuevo guión curatorial pone su acento en la relación entre el huaso y el caballo. Por ende, incorpora antiguas vestimentas, aperos y piezas artísticas de especial simbolismo. " Huaso no designa solo una forma de vestir, una costumbre o un modo de vivir ajeno a la ciudad; sino que representa a un hombre ligado al caballo, que nace y se forma en nuestro territorio, entregando a Chile su principal sello de identidad", manifiesta Luis Valentín Ferrada, creador de la Fundación Ferrada-Walker, propietaria de la colección que ha puesto a disposición de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos, de la cual es director. En la exposición se distinguen cuatro clases de manifestaciones culturales, según los materiales utilizados, en los que se funden el influjo español y el de los pueblos originarios. "Se pueden apreciar textiles, como mantas, chamantos, fajas y 'prevenciones'; obras en cuero, como monturas, riendas y aperos. También piezas en metales, como espuelas; y en madera, como estribos", revela Francisco Javier Court, director de la Corporación Cultural de Las Condes, institución que coejecuta el guión y montaje de la muestra. El nuevo montaje se caracteriza por su carácter didáctico e incluye textos explicativos en español e inglés, fotos e ilustraciones en gran tamaño, audiovisuales y música. "Además, la exposición se complementa con actividades teatrales, musicales y gastronómicas, que se realizarán en Santa Rosa de Apoquindo", manifiesta Fernando Moya, productor de artes visuales de la Corporación Cultural de Las Condes.

El abogado Luis Valentín Ferrada jugó también un importante rol en las gestiones realizadas para obtener el reconocimiento del caballo chileno como raza por parte de la FAO, lo que se consiguió en 2012. Y respecto de los objetos que componen esta colección, Juan de Dios Ferrada Walker, su hijo menor, revela que una parte la heredaron de sus abuelos y bisabuelos y otra fue aportada por su padre, quien también contagió a sus hijos esta afición. "Llevamos años investigando y escarbando piezas interesantes en los campos, ya que muchas personas no tienen conciencia de lo que poseen. Lograr que valoren sus pertenencias es otra misión de esta exposición", señala. EL ESCRITORIO DE FRANCISCO ANTONIO ENCINA En este escritorio, callado, en su fundo maulino, escribió los veinte tomos de su "Historia de Chile" don Francisco Antonio Encina (1874-1965). "Él, uno de los historiadores de mayor importancia del siglo XX, fue además un destacado agricultor y criador. En su testamento, legó estas pertenencias a la antigua Asociación de Criadores de Caballos Chilenos", revela Luis Valentín Ferrada. Encina fue una de las personas que contribuyeron adefinir los cánones de la raza caballar chilena. LA PECULIAR MONTURA DEL GENERAL BAQUEDANO "Esta pieza tiene un especial significado para mí, ya que sobre ella el general Manuel Baquedano se desempeñó durante toda la Guerra del Pacífico", explica Ferrada. Especialmente concebida para estas lides, este tipo de monturas aún es usado por arrieros que se internan por las montañas, porque se desarma para formar una cama. Baquedano llevó a las batallas a sus caballos personales, Diamante y Caliboro, dos ejemplares 100% de raza chilena. LA ESCULTURA QUE PLASMALOS RASGOS DEL CABALLO CHILENO Empecinados en definir las características que debía cumplir un caballo para ser considerado de raza chilena, Francisco Antonio Encina, Miguel Letelier (propietario del Criadero Aculeo, de donde proviene "Quebrado") y otros grandes criadores de la primera mitad del siglo pasado, se dieron cuenta de que las palabras no bastaban. Decidieron hacer una escultura, en bronce, encargada a Federico Casas Basterrica (1888-1965), discípulo de Virginio Arias. Se trata, según Ferrada, de una "escultura pedagógica" sobre el caballo chileno, ya que, al igual que las antiguas esculturas grecorromanas, fijaba los ideales de belleza. ATAUJÍA CHILENA En las espuelas chilenas y, en general, en el trabajo en metales asociado al mundo campesino, se aprecia una clara influencia de la cultura hispánica. "Actualmente, la ataujía, que es un trabajo que se hace a partir de grabado en buril sobre fierro, que se rellenan con metales más nobles; se continúa realizando solamente en Chile, en Toledo y en partes de Navarra, España", señala Luis Valentín Ferrada. Como tantas otras manifestaciones culturales, es un recurso que nace de la pobreza, ya que como no se contaba en el país con abundancia de metales nobles, se recurre a este bello artificio. ESTRIBOS CENTENARIOS Un estribo cerrado de metal, usado por los españoles, es el más antiguo de su tipo. En las vitrinas también se exhiben unos sencillos estribos en metal (foto inferior), cuya historia es muy significativa. "Son del Ejército Patriota y fueron usados en la Batalla de Maipú, de hecho fueron encontrados en el lugar. Demuestra que en realidad era un ejército de huasos armados", explica Ferrada. De los estribos en madera, sobresalen unos realizados para el primer centenario de la República, que incorporan el escudo nacional a través de un fino tallado.

LOS CHAMANTOS En la tradición textil chilena se aprecia la influencia incaica, ya que ellos han sido los maestros de este quehacer en toda la zona andina, explica Luis Valentín Ferrada. El chamanto más antiguo de la colección, de color azul, data de comienzos del siglo XIX. "Parece de seda, pero en realidad es una lana trabajada en una técnica muy particular. Perteneció a mi abuelo materno, Luis Antonio Valenzuela, melipillano y uno de los iniciadores de esta colección", afirma Ferrada. De los sombreros, sobresale uno de paja, denominado "Rugendas", ya que su modelo figura en los cuadros de este pintor alemán que plasmara los campos chilenos. En otra vitrina se exhiben los chamantos más contemporáneos, que datan de principios del siglo pasado. Ubicado en Las Condes, en Santa Rosa de Apoquindo, en el sector de la llavería de la antigua casona, el Museo de la Chilenidad es gratuito y ha reformulado su montaje, incorporando nuevas piezas y reestructurando su guión curatorial.

A partir del 6 de septiembre, incorporará una completa colección de piezas históricas vinculadas al huaso y su caballo,entre ellas antiguas vestimentas y aperos. MUSEO DE LA CHILENIDAD "Sello de Identidad. Piezas escogidas de la tradición campesina y el caballo chileno"

Padre Hurtado 1195 Desde el 6 de septiembre Martes a domingo, 10:30 a 19 horas Entrada liberada