Hace 14 años que Julio Donoso se dedica a la creación de papel artesanal de primera. Es un autodidacta, aprendió de lo que vio y del ensayo y error que le fue convidando la vida. Casi desapercibido en su taller en Puente Alto, nos muestra la luz de su oficio, un trabajo delicado, que entre máquinas y convicción es apetecido por artistas y por los que admiran una labor de calidad.

Fuente: Revista Más Deco

“También hago papeles decorativos que se hacen a partir de papeles en desuso; puedo agregarles colores u otras adiciones como pétalos de flores, hojas de árboles, hilos de sisal o de cáñamo, etc. Estos sirven para hacer croqueras, forrar libros; tienen fines más decorativos. Por otra parte, dicto talleres en colegios o municipalidades para mostrar en qué consiste este oficio. También hago papeles a partir de una idea del cliente. Soy como un sastre del papel”, termina.

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 ¿Por qué tu papel es tan especializado? “Gracias al tratamiento que se le hace a la fibra con mi máquina especialista. Además tengo el oficio, la experiencia… tengo la sensibilidad para lograr, por ejemplo, un tiraje de 300 hojas y que todas salgan exactamente del mismo gramaje”.

Durabilidad “Ocupo sustancias especiales para impedir la acidez del papel, y gracias a ellas garantizo una durabilidad del producto un mínimo de cien años. El artista que haga un grabado o una acuarela en un papel de algodón lo tendrá intacto; no se va a poner amarillo ni se va a descomponer”, comenta Donoso.

“Yo fabrico papel a mano. Primero obtengo una materia prima, como algún papel en desuso que se pueda reciclar, pueden ser trapos de algodón, mezclilla o algún tipo de fibra vegetal. El proceso comienza con la hidratación durante unas 12 horas. Luego se pasa por una máquina para desfibrar, es decir, para desarmar la trama del papel original. Más tarde se diluye en agua para formar la hoja; mientras más pulpa hay en el agua, más grueso será el papel. Después el papel se moldea, luego se prensa a 40 toneladas para deshidratar y para que la fibra se cohesione. Finalmente viene el proceso de secado natural. Por último, se prensa en seco para estirar”.

“El papel de algodón lo usan grabadores y acuarelistas que buscan un soporte diferente al papel industrial. Las características que tiene este papel hecho a mano son diferenciadoras, visualmente o en cuanto a la resistencia al aplicarle presión a través de un grabado, por ejemplo. Este producto es libre de ácidos y tiene un pH neutro”.