Durante nuestra infancia era muy común visitar a los libreros de Plaza Carlos Pezoa Véliz  en busca de textos escolares, novelas y los mejores best sellers a un precio inigualable. Lugar obligado para los amantes de la lectura y a buen precio.

Hoy con más de 40 años de existencia, nace la Agrupación Cultural de Libreros de Plaza Carlos Pezoa  Véliz, cultores colectivos en el registro del Sistema de Gestión Patrimonial (SIGPA), con la idea de  mantenerse vigentes en un mundo en que lo digital ha reemplazado al papel, buscando ser un referente y un asesor literario para un público que aún disfruta de lo tradicional. Esta  agrupación cultural muestra una nueva cara, con una fachada más moderna, gracias a una reciente remodelación municipal, con esto pretenden convertir este espacio capitalino en un lugar de encuentro con la literatura, la cultura y la expresión artística. Juvenal Ayala, Presidente de la Agrupación Cultural quien es poeta y librero, nos cuenta cómo ha sido el renacer de los libreros y su nueva apuesta cultural.

¿Cuáles son los orígenes de los libreros de Plaza Carlos Pezoa Véliz?

                En la década del 70’ esto era un terreno baldío, existían algunos puestos comerciales pero no eran específicamente de libros. Tras el período militar muchos libreros fueron desalojados de sus puestos originales en Alameda y trasladados a San Diego con Inés de Aguilera, actualmente calle Santa Isabel. Los que llegaron comenzaron a convencerse de crear un espacio librero, dando la posibilidad de ser un lugar destinado sólo a libros y revistas usados con excelentes precios. Hoy siguen existiendo algunos de los primeros libreros que mantienen la tradición de este centro capitalino.

¿Cuál es la finalidad de la agrupación cultural?

                La agrupación nace con la idea de crear una fuerza con intereses en común, ser un espacio en torno a la literatura y la cultura, una organización que pueda entregar constantemente actividades artísticas. También ha sido una posibilidad de intervenir, mediar y dialogar, ser un interlocutor válido frente a la municipalidad y las instituciones. Esto nos ha permitido ganar proyectos tanto culturales o de infraestructura tales como equipos de amplificación, renovación de los locales, un proyecto en que la Municipalidad de Santiago invirtió más de 600 millones. Finalmente, la agrupación pretende ser un espacio cultural, para ello contamos con un escenario y un anfiteatro para realizar actividades como presentaciones de libros, teatro y conciertos.

¿Qué es lo que han hecho como agrupación para mantenerse vigentes?

                Lo primero, ha sido aprender a llegar a la gente a través de las nuevas plataformas  tecnológicas como página web, Facebook y Twitter, espacio en el que anunciamos actividades y eventos especiales. Por otro lado, hemos creado instancias de encuentro con el área de Cultura de la Municipalidad de Santiago con quienes ya hemos iniciado el calendario de actividades para el segundo semestre. Todos los años iniciamos con un remate de libros a mil en julio para celebrar a Neruda y finalizamos en diciembre con el libro a mil con actividades literarias - artísticas para los niños y sus familias. Por otra parte,  tenemos establecido que para el segundo semestre haremos un convenio con la Universidad de Santiago, USACH por la difusión lectora. Tenemos las ideas para potenciarnos como comunidad librera, el espacio para hacerlo y por sobre todo las ganas.

¿Cuál es el valor de agregado que otorgan los libreros de antaño a la agrupación?

                Yo creo que el valor agregado es que los libreros que llevan más años vendiendo libros, saben más de esto. Ya que nosotros, finalmente, debemos ser un asesor literario del cliente.  Tanto desde el punto de vista comercial, o de otra forma, hay que saber acercarse a la lectura y la cultura. Por lo mismo un librero que está hace años en esta labor, debe conocer más de libros, lectura y autores, incluso por un tema de sobrevivencia. Además, por la tradición cultural que ellos llevan en este sector se mantiene viva la esencia de este oficio.

¿Qué marca la diferencia entre los libreros de Almagro y otras  librerías?

                Indudablemente el precio. Aquí se pueden encontrar libros desde los $500. Nosotros trabajamos mucho el libro usado, el que viene con dos o tres lecturas, en su gran mayoría libros de lectura obligatoria escolar. En este aspecto, nosotros ofrecemos algo que otros no tienen que es el libro usado en buen estado y a mitad de precio. Contamos con un público cautivo, a pesar de esto estamos abriéndonos al libro nuevo y las novelas de reciente aparición, lo que nos permite competir mejor frente a las librerías de mall o tiendas. Por otro lado, tratamos durante todo el año de no aplicar el IVA a los libros. Esto es posible porque tenemos menos costos de producción que se traduce en bodegas, empleados, facturas, etc. También muchas personas aquí pueden encontrar los best sellers de antaño y a mitad de precio.