¿Conoces la imaginería religiosa de Chiloé? Te invitamos a revisar el interesante reportaje de El Mercurio sobre los proyectos de restauración y conservación de la Escuela de Artes Aplicadas  de piezas religiosas de las iglesias del archipiélago. Fuente: El Mercurio

La antiquísima imaginería religiosa del archipiélago está siendo restaurada por jóvenes voluntarios que se han vinculado con la Misión Circular y la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé.  

DANIELA SILVA ASTORGA

Cada vez que se despertaba con la buena noticia de un anhelo hecho realidad, tomaba aguja e hilo, tela y lentejuelas, para coserle una tenida a su santo. Fueron más de veinte prendas las que hizo, y muchos los milagros que se escucharon en esa capilla de la isla Grande de Chiloé. Pero ya en 2010 quedó claro que ese engalanamiento le jugaba una pésima pasada. "Cada capa de tela favorecía la aparición de hongos, bacterias y xilófagos. Era un microclima. Así que a la dueña le recomendamos que desnudara a su santo y lo pusiera al sol", dice Alfonso Valdebenito.

Experto en restauración y conservación de bienes muebles, desde 2008 ha dirigido varias expediciones para restaurar imaginería religiosa del archipiélago. Lo hace voluntariamente, en el verano, con sus alumnos de la Escuela de Artes Aplicadas, en el marco de la Misión Circular y en alianza con la Fundación Amigos de las Iglesias de Chiloé.

Lo primero fue ejecutar un exhaustivo catastro en 2008. Descubrieron varias piezas en estado crítico, como un Cristo crucificado de más de cien años de la capilla antigua de Chaulinec. Lo mismo les pasó con un San Antonio de Padua en un templo de Apiao, y así se hizo evidente que el cuidado de las figuras -no así su engalanamiento- no era tema de peso entre las familias chilotas. Hasta entonces, la prioridad era restaurar la arquitectura de las iglesias. "Cuando -afirma Valdebenito- se dictaminó que 16 templos eran Patrimonio de la Humanidad, solo se contempló el bien inmueble. La situación cambió recién en los últimos años, y ahí nosotros intervenimos las iglesias de Nercón y Rilán con la fundación".

El San Miguel fue la figura ícono del trabajo hecho en Nercón. Es una escultura policromada, construida a la usanza de la escuela chilota, que un terremoto quebró. Luego fue restaurada, pero sin respetar la forma original de sus brazos y manos. Entonces, el equipo en expedición recuperó la estructura inicial, y les advirtieron a los fieles que no era bueno usarlo para procesión. "En efecto, compraron un santo de yeso, porque estas son piezas invaluables, jamás se creará una igual", dice Valdebenito, quien enumera unas catorce obras restauradas en Nercón.

"Cuando hablo de la importancia artística de la escuela chilota -reafirma el experto- es porque, aunque se originó por el traspaso de conocimientos de los jesuitas, los locales construyeron su santería sin seguir los cánones estéticos de Occidente. Las del archipiélago son imágenes muy hieráticas que, incluso, para quienes las mandaron a destruir eran horribles adefesios. Esta escuela es única por su extrema inocencia".

Valdebenito ha hecho tantos viajes a Chiloé que fácilmente pierde la cuenta de las figuras que ha atendido, porque junto con Nercón y Rilán -donde trabajó con un San José y otras nueve obras-, él y su equipo han estado en Dalcahue y, gracias a las gestiones de Bernardita Oyarzún, han emprendido varios viajes en el marco de la Misión Circular, que nació en 2000 para rememorar las expediciones de los jesuitas.

"Comenzamos la segunda quincena de enero y terminamos, alrededor del 2 de febrero, con la Fiesta de la Candelaria. Desde hace unos cinco años que nos unimos con don Alfonso y sus alumnos. Hemos estado trabajando en muchas islas. Por ejemplo, ya se dejó en muy buen estado la imaginería de una de la parroquias más pobres: Santos Reyes de Chaulinec", relata Oyarzún, quien es coordinadora de los viajes y la gestora de recursos. Ha obtenido apoyo del Fondart Bicentenario y de la Cámara Chilena de la Construcción.

Así la misión ha llegado a las islas Alao, Chuit, Chulín y Chaulinec. Y allí, según explica Valdebenito, "el equipo instala un laboratorio de restauración y conservación, se trabaja unos cinco días y viajamos a otro punto. Atendemos primero lo urgente y si no alcanzamos, volvemos". Ahora ya preparan la Misión Circular 2015. "Estamos -concluye Oyarzún- muy contentos por este compromiso. Realmente, las figuras son portadoras de vida para el chilote, quien destina más tiempo para acicalar a su santo que a sí mismo".

ARTES APLICADAS

* En 2001 nació esta escuela,  siguiendo el legado de la Escuela de Artes Aplicadas de la U. de Chile. Ofrece talleres de cerámica, vidrio y joyería, además de la carrera técnica de Restauración y Conservación.