En el 2002 se transmitió la serie de televisión, Mira tú, la cual recorrió distintos lugares del país para conocer los datos más freak de nuestro patrimonio cultural y artístico de Chile. Un espacio que invitó a los chilenos a aprender los detalles más desconocidos sobre su historia e idiosincrasia. Es así que ¿Deformarse el cráneo era una moda entre los chinchorros? ¿Hubo acaso un Ku Klux Klan chileno? ¿Por qué había tantos tuertos entre los pehuenches del bosque del Conguillío?
Interrogantes como estas fueron desclasificadas y recopiladas en el proyecto editorial “Mira tú, una guía para perderse por Chile” de la editorial Hueders, que se lanzó en el contexto de la 34° Feria Internacional del Libro de Santiago. Rápidamente, se ganó la aceptación del público, posicionándose como uno de los libros más leídos. Además fue el ganador del Premio a la Edición en categoría no ficción de la Cámara Chilena del Libro.
En nuestra columna de la semana, conversamos con Juan Pablo Barros, autor e investigador del proyecto Mira tú, quien nos cuenta cómo fue el proceso de compilar las historias secretas, anécdotas y anotaciones de nuestro país con la característica picardía de Aplaplac y la Agencia de la Felicidad.
¿Cómo nace el proyecto editorial Mira tú?
Esto nació de un programa de televisión que hizo Aplaplac, mucho antes de la famosa serie “31 minutos”. La idea, en su momento, era que actores y personajes famosos contarán aspectos desconocidos de nuestra historia y sobre lugares de Chile. En este proyecto participó Blanca Lewin, Néstor Cantillana y Víctor Rojas, con ellos recorrimos Chile con los datos más interesantes y anecdóticos que pudiéramos encontrar. Para esto fue necesario hacer una exhaustiva investigación en cada capítulo, la que hoy es la base del libro. Realmente, se trata de buscar los datos súper asombrosos, llamativos, que despertarán curiosidad e interés por aprender en la gente.
¿En qué momento se pensó en un libro?
La idea del libro empezó a aflorar de a poco. Cuando ya teníamos una investigación bastante avanzada nace la inquietud por construir un libro en base a lo trabajado en la serie de televisión. Esto se concretó cuando finalizamos el programa de TV, por lo mismo implicó crear un equipo nuevo, por un lado está el tema de la investigación y los textos, que realicé yo. Lo otro es el diseño, un aspecto muy importante del libro, que está construido como una bitácora de viajes. Cada página es una obra en sí misma, la cual trata de crear una síntesis en diseño e ilustración. Hay trabajo de fotógrafos, ilustradores y diseñadores, este último ítem estuvo a cargo de la Agencia Felicidad, dirigida por Piedad Rivadeneira.
Tú dices que Mira Tú no es una guía turística, sino más bien una guía para perderse por Chile ¿Cómo invitas a la gente a eso?
En lo personal, creo que el dato turístico se presenta con cierta frialdad y estigma. Te dicen que en tal lugar hay una leyenda, o que aparecen fantasmas, pero al mismo tiempo eso no significa mucho para nadie, ni siquiera para el guía. ¡Es un simple relleno de excursión! En este caso, digo que no es una guía turística, ya que cualquiera la puede disfrutar, incluso sin la necesidad de ir a los lugares, porque el objetivo es que sea interesante en sí misma. Cada historia tiene un significado, una pista sobre ciertas raíces secretas de nuestra identidad. Es una invitación a perderse. Cuando habló de la investigación, me da la sensación que esta es un follaje o ramaje eterno, y que al medio de todo eso está el código, que es nuestra identidad. Los datos son infinitos. La invitación es perderse en esa riqueza cultural. Empaparse de nuestras raíces y tradiciones, en conclusión de lo que somos.
¿Recuerdas alguna anécdota que haya sido significativa para ti, durante el proceso de investigación?
En este libro hay varios aspectos interesantes. Por un lado, el rescate de la diversidad cultural del país, darse cuenta sobre lo profundamente que están mezcladas nuestras raíces (africana, indígena, española, étc.) Lo otro, es este panteón de personajes típicos chilenos que son una especie de galería de la fama, la cual ha sido media olvidada, y que en cada capítulo cuenta datos muy curiosos y desconocidos. En esta misma línea, la contradicción humana me parece interesante. Por ejemplo, Arturo Alessandri quien junto a sus hermanos meten en el manicomio a su hermana porque desea divorciarse de un “pastel” que tiene por marido. Uno piensa ¡Qué malvado! En otro capítulo, lo vemos trenzándose a golpes porque alguien lo insulta, cuando él va entrando en La Moneda. O sea, un presidente de la república que se da vuelta para pegarle un combo a un ciudadano es bastante divertido y habla mucho de la personalidad de él. También, el mismo Alessandri, se niega a visitar a su amante de toda su vida, en el lecho de muerte de ésta, ya que fuera de su casa está la prensa esperándolo para inmortalizar su infidelidad. En cada historia, se reflejan temáticas que hablan de la época, el machismo, la discreción, la hipocresía, en fin.
Estos son datos que uno no encuentra en los típicos manuales de historia de Chile ¿Dónde encuentras estos datos tan sabrosos, tan personales e íntimos?
Bueno, la búsqueda está orientada a eso. Nos basamos en bibliografías especiales, libros y trabajos de investigación súper específicos. Por ejemplo las crónicas y bitácoras. Por ejemplo los textos y monografías que describen los primeros casos de Hanta, fueron descritos en las crónicas de Jerónimo de Vivar en el Siglo XVI. Todo es una búsqueda en fuentes muy específicas, entrevistas a personas con gran acervo cultural, bibliotecas, etc.
¿Piensas en publicar más ediciones de Mira Tú sobre otras zonas del país?
Bueno, es posible. El libro es un poco injusto, en el sentido que es una guía arbitraria de pocos lugares de Chile. Son sólo 12 espacios, grandes historias y anécdotas quedaron fuera. Se podría hacer fácilmente un capítulo sobre Coquimbo, La Serena, Chiloé, Valdivia, entre otros. Debido a la cantidad de datos reunidos y el acervo que hay en esos lugares. La estructura del libro reproduce cómo se fue construyendo la investigación de Mira Tú. Yo soy Santiaguino, si bien el texto habla que Santiago no es Chile. En el fondo, el ejercicio es dar otra mirada a lo que uno ve todos los días y no se valora. Por una cosa natural, partí por lo que tenía más cerca y veía diariamente. Luego, tratamos de replicar este patrón en más lugares, tratando de incluir la mayor cantidad de rincones de nuestro largo y angosto país.