Fue epicentro de la alta sociedad viñamarina a comienzos del siglo XX. Desde 2010 permanece cerrado, aunque un proyecto de restauración espera fondos para darle nueva vida como museo y proyectarlo a los estándares internacionales.  

IÑIGO DÍAZ

Fuente: El Mercurio

“A fines del siglo XIX, nadie quería saber de las antiguas construcciones españolas, y por eso se trajo a tantos arquitectos franceses e italianos a Chile. Construido por Ettore Petri, el Palacio Vergara es un típico palacio veneciano en medio de Viña del Mar”, dice Jaime Migone, arquitecto y doctor en restauración patrimonial.

Migone es el autor del proyecto de arquitectura que pretende levantar nuevamente al Palacio Vergara, emplazado como museo de arte en la Quinta Vergara, en los terrenos pertenecientes a la familia de José Francisco Vergara y doña Mercedes Álvarez Pérez, que fueron adquiridos por el municipio en 1941. Desde el terremoto de 2010 se encuentra cerrado, con una serie de daños a la vista.

El proyecto del equipo interdisciplinario de Migone -también autor de las restauraciones del Museo Histórico Militar, Los Sacramentinos y de las obras en curso en la Catedral de Santiago- ya fue aprobado por la Municipalidad de Viña y por el Consejo de Monumentos Nacionales. Las cifras de la restauración alcanzan los $4.840 millones. “Si se abre una luz, las obras podrían iniciarse en 2015″, dice el arquitecto de la municipalidad Claudio Vergara.

“El Palacio Vergara nos preocupa muchísimo, porque además tiene bienes patrimoniales. Sus colecciones están en situación de riesgo”, afirma la delegada presidencial para la reconstrucción Paula Forttes. “Hay que ver las prioridades. Tenemos otros casos importantes a nivel nacional, como el Mercado de Talca, que está en el suelo, o la iglesia de la Merced, en la VI Región. Cuando hablamos de estas obras, hablamos de un volumen de financiamiento muy grande. Solo el Teatro Municipal de Viña vale cerca de $9.000 millones. El Palacio Vergara tiene sus diseños ya elaborados, eso le da un rango de avance distinto”, completa.

Mirada al futuro

El terremoto dejó al descubierto los daños que el edificio viñamarino acumulaba a lo largo de cien años de vida (su edificación finalizó en 1910), pues el sistema de construcción conocido como balloon frame (estructura de vigas de madera verticales, horizontales y diagonales) resulta muy resistente al ataque sísmico.

“La estructura es doble, con unos 60 cm de separación. Nunca vi otro edificio construido de esta manera en Chile”, dice Jaime Migone. “Esa estructura, que es digna de estudiar arquitectónicamente, salvó al palacio hace cuatro años”, agrega Vergara.

El diagnóstico anota daños fundamentalmente producidos por la humedad. Los especialistas dicen que su ubicación, al interior de un parque, le ha afectado, pero también responsabilizan a una deficiente mantención. “Hay muchas filtraciones que debilitaron la madera a lo largo de los años”, asevera Vergara. “El edificio está recubierto por una malla metálica, que tiene un estuco, para que el edificio nos parezca más sólido. En un terremoto la madera es flexible, pero el estuco no. Por eso se quebró, dejando muchas grietas”, complementa Migone.

El proyecto arquitectónico no solo buscará recuperar el espacio, sino darle un valor agregado a su infraestructura y proyectarlo hacia estándares internacionales. Se incluye la construcción de una sala subterránea de 400 m {+2} para exposiciones de arte contemporáneo, y de un café literario de diseño transparente a un costado del palacio.

Se plantea también un nuevo uso cultural para el “jardín italiano”, espacio próximo a la casa que volverá a su color original -rosado viejo en lugar del blanco actual-, redescubierto a través de prospecciones estratigráficas realizadas en diversos puntos por especialistas del Centro Nacional de Conservación y Restauración.

Migone concluye: “El Palacio Vergara es un símbolo en Viña. Y esta restauración no solo pretende recuperar su espacio patrimonial, sino posicionar al edificio como un objeto de arte en sí mismo”.

 Las colecciones del palacio

Más de 650 objetos componen sus tres colecciones. La mayor es la serie pictórica, con unos 450 óleos, acuarelas y grabados de artistas europeos y chilenos, como Pedro Lira, Alfredo Helsby y Juan Francisco González.

Sometidas a un proceso de conservación preventiva, desde junio 61 obras se exhiben en el Senado y pronto se sumarán otras 41. “La colección es una de las tres más importantes del país. Por eso, no solo es patrimonio de los viñamarinos, sino de todos los chilenos”, apunta Patricia Valenzuela, experta de la municipalidad. El resto de la pinacoteca está en el palacio.

La colección que sí sufrió graves daños fue la de escultura, compuesta principalmente por obras de mármol que ya fueron restauradas, a través de dos fondos concursables (cada uno de $10 millones). Las más dañadas fueron cuatro esculturas que estaban en el Teatro Municipal de Viña.