A 70 años del Premio Nobel de Gabriela Mistral, ¿cuántas cosas se han dicho de ella? ¿Les gustaría saber qué pensó la docente al momento de que el Estado le otorgara el título “Profesora de Estado? O de una rencilla que tuvo la poetisa con Vicente Huidobro? O qué pensaba ella de Pablo Neruda? ¿Sabían que fue expulsaba de su primer colegio? He aquí algunos pormenores de la vida de Gabriela Mistral.
Gabriela Mistral es oriunda de Montegrande, en el corazón del Valle del Elqui, IV Región. Mistral de niña fue muy tímida. La picardía adolescente de sus compañeras provocó que la pequeña poetisa fuera expulsada de su primer colegio que al mando estaba su madrina, “una mujer anciana y totalmente ciega”, la describe Mistral. Como era no vidente y además familiar de ella, la señora de avanzada edad le pidió que se hiciera cargo de los cuadernillos de papel de todas las alumnas. Gabriela acató, sin embargo, sus compañeras se los arrebataron y la acusaron de ladrona. Gabriela haciendo una retrospectiva se pregunta “¿Y cómo podía una directora ciega ver la inocencia de un rostro? Yo no me atreví a protestar; mi horrible timidez me amordazó”. La expulsaron y en el certificado de remoción –en vez de tacharla de ladrona- le dieron el título de “deficiente mental”. Paradojas de la vida.
Desde muy chica que Gabriela Mistral comenzó a inmiscuirse en el mundo de la docencia sin tener un título universitario que avalara su sabiduría. De un principio, se le cerraron puertas por no tener el cartón. Al momento de conocer la noticia de que el Estado chileno le otorgaba este título por mérito, ella estaba en México, específicamente en Michoacán. Ella vivió en México. Fue invitada a colaborar en la reforma educacional que se llevaba a cabo en ese país. Además, le cedieron un colegio para que ella pudiera ejercer libremente la docencia. El reconocimiento por parte del Estado chileno lo supo gracias a una nota que llegó desde el Liceo 6 de Santiago, que la felicitaba. Se quedó perpleja. “No sé de qué me servirá ahora, faltándome muy poco tiempo para dejar el servicio, no habiendo necesitado de él para presentarme a ninguna parte. (…) Pienso que no debe darse un título sin estudios previos, y yo no escribiría ni dos páginas de memoria, no daría ni una firma, para alcanzar esto que ya no me importa”, son las palabras que escribió Gabriela.
“Esa pobre Mistral lechosa y dulzona, tiene en los senos un poco de leche con malicia”, fue la frase de Vicente Huidobro que hizo enfurecer a la poetisa. Las palabras que Huidobro emitió fue al momento de que Rosamel del Valle le preguntara al escritor por qué no involucró a Gabriela en un libro de antologías. Las palabras de Gabriela, respecto a ese insulto fueron las siguientes: “claro, en esa antología llamada de Poesía nueva, y preparada por sus “discípulos” criollos, qué páginas iba a tener una vieja como yo! Gracia pura –por no decir bárbara- del snob vanguardista. (…) Pareciera que Huidobro es un grito de guerra contra la anécdota y la descripción. Y yo tengo aún la poesía anecdótica que tanto desprecian los poetas mozos”.
Siguiendo con los poetas, para Gabriela, Pablo Neruda fue un bello brote dentro de la escasa poesía que se practicaba en el país. “Neruda…lanzó las letras de Chile hacia lo alto. Antes de él, la poesía de mi patria vegetaba. Había prosistas, pero no poetas. Imitábamos las escuelas europeas. Existía la moda de Europa, y la seguíamos dócilmente a donde iba, de aquí para allá. Era una tradición que no tenía verdadero sentido de tradición para nosotros. Ni el significado. Neruda bruscamente la rompió. Y lo hizo con valor e inteligencia. En sus versos vibra el dolor y la tristeza –porque nosotros somos tristes- de Chile. Neruda ha logrado interpretarnos como ningún otro de nuestros poetas…” Así, tal cual fueron las palabras que emitió al momento de referirse a Neruda y es interesante también lo que se rescata en su expresión respecto a su visión de Chile.
Esperamos que con este artículo hayas podido conocer aún más a Gabriela. Una mujer intensa, visionaria, aguerrida pero a la vez tierna y dulce. Su vida fue un escribir y un otorgar.
Bibliografía:
-“Gabriela Mistral: Vivir y escribir. Prosas autobiográficas”. Colección Vidas Ajenas. Ediciones Universidad Diego Portales