Sus principales exponentes realizarán un taller gratuito, cuyo resultado será una arpillera de creación colectiva. Al igual que la exposición, esta actividad se enmarca en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile.
Un trabajo colaborativo entre arpilleristas chilenas y el público interesado en este oficio se realizará el próximo 2 de noviembre, en un taller abierto con algunas de las creadoras de las obras que conforman la muestra Hay olvidos que queman y memorias que engrandecen, en la Galería del Diseño del CCLM.
Enmarcada en la primera Bienal de Arte Textil, que se realiza en distintos espacios culturales de Santiago, la exposición Hay olvidos que queman y memorias que engrandecen consta de 27 obras, realizadas por arpilleristas históricas y representantes de las nuevas generaciones. Ellas han logrado plasmar a puntadas, hilos y retazos, las complejas circunstancias vividas por sus familias y por la sociedad chilena en décadas recientes.
Con un título extraído de las décimas de Alfredo Zitarrosa al pueblo argentino, el curador de esta muestra, Matías Allende Contador -investigador de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile-, reunió 18 arpilleras pertenecientes a la colección del Museo Salvador Allende, realizadas entre 1976 y 1980, que reflejan el trauma ocasionado por los 17 años de dictadura civil militar; y otro grupo de 9 arpilleras, creadas en los talleres artísticos de la Casa de la Mujer Huamachuco de Renca, desde 1997 hasta nuestros días, retratando las problemáticas sociales que han cruzado las tres décadas desde la recuperación de la democracia -en un Chile de grandes transformaciones y periodos críticos- así como aspectos de la vida cotidiana y las comunidades.
Aída Moreno -fundadora de la Casa de la Mujer Huamachuco, arpillerista histórica, activista comunitaria en dictadura y formadora de arpilleristas-, junto a Magali Garrido e Ingrid López, realizarán el taller en el CCLM, abierto a todo público, que concluirá con la elaboración de una arpillera hecha entre todos los participantes.
Este arte popular latinoamericano ha permitido a las mujeres encontrar un espacio para exponer su realidad, sus luchas y dolores. Su función puede asimilarse a la Lira Popular, una expresión periodística, gráfica y poética que era exhibida en las calles a principios del siglo XX, difundiendo tanto las noticias locales como los pesares y alegrías cotidianas.
Las arpilleras cruzaron las fronteras del continente americano gracias a la exposición de Violeta Parra en el Museo Louvre de París. Entre sus muchas facetas, ella se convirtió además en la primera arpillerista chilena consumada, haciendo crecer el interés por este arte textil en el medio europeo.
La vida de las arpilleristas en dictadura fue, por otra parte, retratada en la emblemática obra teatral Tres Marías y una Rosa del dramaturgo chileno David Benavente, estrenada en 1979 y que resultó un éxito de taquilla, permaneciendo dos años en cartelera como un alegato contra el régimen. Este recordado montaje de resistencia cultural mostró a través de la vida de cuatro arpilleristas las circunstancias de aquellos años, la sobrevivencia humana y económica.
La exposición Hay olvidos que queman y memorias que engrandecen conjuga el arte y la artesanía, el trabajo manual, la belleza, la denuncia, y por sobre todo visibiliza a estas mujeres creadoras. Ellas son grandes protagonistas silenciadas en la lucha por los derechos humanos, por la supervivencia, por la memoria y la defensa de la democracia. La muestra revive el pasado y el presente, gracias a las manos de las mujeres, quienes nos dan esperanzas de futuro, al conmemorarse 50 años del golpe de Estado en Chile.