Por Francisca Jiménez.
Resulta casi imposible pensar en Fiestas Patrias y no asociar estas a las payas. Buscando a un fiel representante de esta tradición llegué a Jorge Céspedes, alias 'El Manguera', quien es el presidente de la Asociación Gremial Nacional de Trabajadores de la Poesía Popular, Poetas y Payadores de Chile, AGENPOCH.
¿Pero qué son las payas? Se trata de una antigua práctica musical con más de cuatrocientos años de existencia y que mezcla aspectos de la cultura española con la indígena. Paya significa diálogo en quechua, situación en la que 'uno ataca y el otro defiende', explica Céspedes. Estos juglares modernos cantan a lo humano y a lo divino y se basan en estructuras con textos inspirados en un guitarrón chileno de 25 cuerdas, instrumento que se creó en nuestro país en la época de la Colonia. La paya es una manera poética de cantar que se originó en España y que tiene una estructura en décimas. Si bien no se sabe a ciencia cierta de dónde proviene específicamente esta expresión musical, Céspedes explica que la que cantan los payadores chilenos proviene de Vicente Espinel de Ronda, un sacerdote, escritor y músico ibérico del Siglo de Oro, quien en 1591 transformó la estructura de la décima, la cual se difundió en España. Jorge comenta también que es posible que haya habido influencia de Luis de Góngora y de Pedro Calderón de la Barca en esto, aunque su gran transformador haya sido realmente Espinel. Además, Céspedes cuenta que la presencia de la ‘décima perfecta’ sigue estando presente en nuestra cultura popular. 'Bendita sea tu pureza' aún se reza durante el Mes de María.
Pero hay más. Para él, la manera en que nos comunicamos los chilenos se expresa en décimas. La forma que se usa todavía a diario es en octosílabos. A modo de ejemplo, Céspedes nombra los siguientes versos: 'voy a hacer una entrevista', 'vengan todos a la mesa' y 'me voy a lavar los dientes'.
El payador comenta que son muchos los jóvenes que hoy en día se sienten cercanos a la paya y a las expresiones patrimoniales en general, algo que se agradece porque mantiene la tradición viva. Y pone especial énfasis en el trabajo de rescate musical que llevaron a cabo Pedro y Jorge Yáñez, Santos Rubio y el Piojo Salinas, entre otros, en las décadas de los setenta y ochenta. 'Yo tuve la suerte de payar con varios de ellos, algunos de los cuales ya no viven'.
Septiembre es un mes con mucha actividad para los cantores y Jorge, quien tiene su agenda completa, se prepara para partir a payar.
JORGE CÉSPEDES nació en Santiago en 1962. En 1981, en Santa Rita de Pirque, aprende la Décima Espinela cuando conoce el Canto a lo Divino de la mano de Juan Pérez Ibarra y de los cantores Santos Rubio, Chosto Ulloa y Eugenio Lobo, entre otros. Es uno de los principales exponentes de este arte musical.
Publicado en: Revista MásDeco - La Tercera