La pasada semana, entre el 13 y el 16 de Enero, Santiago de Chile acogió el 6° Art Summit organizado a escala mundial. Todo el evento ha tenido como sede central el premiado Centro Cultural Estación Mapocho, ejemplo de intervención patrimonial a escala mundial. Este tipo de eventos siempre contienen un significado contradictorio. Por un lado, significa la oportunidad de encontrar a especialistas del Arte y la Cultura de distintas latitudes y altitudes en un sólo lugar, lo que significa que el mundo se reúne, conversa, se mezcla y crea. Gracias a estos encuentros la creatividad de nuestra mente hace ‘click’ absorbiendo ‘el mundo’ en un tiempo corto y en un lugar concentrado. Sin embargo, no siempre se optimiza esta oportunidad como se debería. Es evidente que quien ha decidido desplazarse desde Sudáfrica, Palestina, Brasil, Japón, Arica o Punta Arenas para asistir a la cumbre, es porque conoce la problemática en torno al tema. Aunque sea necesario contextualizar las realidades en su propio territorio, sería interesante ser capaces de concretizar nuestras teorías y hablar de nuestras prácticas. Así que, por otro lado, también significa teorizar demasiado sobre políticas públicas y poco profundizar de prácticas exitosas.

Es muy difícil resumir un encuentro de este tipo en un solo post –además mi primer post–. Si rescato de mi mente que fue la cumbre en palabras de los expositores me quedaría con que como afirmó el consultor en artes y medios británico, Peter Bazalgette, “identidad y memoria colectiva deben ser centro de la cultura”, con lo que todas nuestras prácticas deben comprender que esa es una premisa implícita. Sonia Montecinos nos obliga a cuestionarnos los tiempos diciendo que los especialistas en la actualidad “nos enfrentamos a pensar procesos de larga duración de manera obligatoria”, una cuestión importante a la hora de planificar, que se contrapone directamente a la afirmación hecha por el arquitecto Alejandro Aravena donde afirma que la relatividad tiempo tiene que ver con las circunstancias: “tiempo más largo que lo condicional y más corto que lo convencional.” Hubo presencia de la inspiración en estado puro, Ángel Mestres. Su participación partió con una pregunta que seguro que a muchos de los asistentes aún le hace eco en su cabeza: “si mi proyecto es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?” En muchas ocasiones esa es la clave para que un proyecto – sea del ámbito que sea– funcione. A partir de esa cuestión fue lanzando el expositor muchas otras, y además nos dio claves para comunicar, la #transmedia.

Hablemos, comprendamos, comuniquemos…todos estamos en la misma. En un continuo principio, en un continuo aprendizaje, en un punto donde el Arte y la Cultura adquieren otro punto de vista en su puesta en valor constante.