El arte y la magia de contar son de origen ancestral, pero ya en las últimas décadas se ha institucionalizado su enseñanza a través de encuentros, maratones y escuelas de cuenta cuentos. En nuestro país, hace 3 años se formó la primera Escuela de Cuenta Cuentos creada por Fundación Mustakis con el objetivo de profundizar los conocimientos en esta área. Entrar a estudiar en la ECC es gratuito, pero los alumnos deben obligatoriamente realizar prácticas sociales en sectores vulnerables como una forma de retribuir la gratuidad de la escuela. La encargada de la ECC de Fundación Mustakis, Alejandra Hurtado nos cuenta cómo ha sido el desafío de formar la escuela y su paso por el mundo de los cuenta cuentos.
¿Por qué decidiste incursionar en el mundo de los cuenta cuentos?
Vengo de una familia que ama los libros, mi mamá es bibliotecaria y mi padre un abogado amante de la mitología griega y de los cuentos campesinos. Por otro lado, están mis abuelas: las mejores contadoras de cuentos que haya escuchado. También, tuve la oportunidad de conocer a don Fidel Sepúlveda, poeta, quien fue mi maestro y a quien seguí a los pueblos más perdidos en los mapas escuchando canto a lo divino, palladores y cuenteros. Realmente, no fue una decisión, ocurrió naturalmente y cuando tomé conciencia ya estaba dentro de este oficio, del cual estoy agradecida y orgullosa.
Contar cuentos es lo que más me gusta hacer, le encuentro un sentido profundo. La recuperación y difusión de nuestro patrimonio oral y el de otros pueblos es apasionante, el formato me encanta ya que es mucho más cercano con el público. Me encanta provocar la sensación que estoy haciendo algo que todos podemos hacer, contar y contarnos cuentos es la vida.
¿Sabes de dónde nace esta tradición?
Esta tradición me gusta entenderla en su sentido ancestral como aparece en la mayoría de los mitos de creación. Se dice que Dios - entendiéndose en la amplitud del ser divino el ser creador, el padre primero - les regaló al hombre y a la mujer el fuego y abrigándose con su calor, ellos crearon su hogar y desde ese día comenzaron a contarse historias.
¿Cuáles son los aportes y las habilidades que debe desarrollar un cuenta cuentista?
Creo que es muy amplio ya que hay muchas formas; es tan diverso como somos los seres humanos. Algunos cuenteros se sientan junto al fuego y encantan con su relato, otros lo hacen con sus destrezas físicas, su tono vocal, sus ojos y con muñecos. Es infinito y sorprendente.
Creo que la habilidad fundamental es querer comunicar, tener la certeza de que lo que se contará sea necesario de relatar. Si ocurre el acto mágico de la comunicación donde importan tanto el contador y auditor, sea una persona o en una sala repleta de gente, donde los egos se dejan de lado y hay una entrega al otro con emoción, dulzura y cariño profundo a la humanidad. Entonces, sí eres sin duda un buen cuentacuentos.
¿Cómo un cuenta cuentista puede motivar a un niño en la lectura?
¡Uy! Es una pregunta que siempre me hago y las respuestas son todas las anteriores. Si vemos desde mi trabajo escénico o desde lo que planteo en la metodología que entregamos en la Escuela de Cuenta Cuentos, eso implica con creatividad, utilizando el cuerpo y la voz.
También, considerando las edades del niño que está en frente y sus intereses. Es fundamental pensar en la audiencia que voy a tener, si son niños pequeños daré imágenes, haré sonidos, si son más grandes utilizaré más la palabra, enriqueceré el vocabulario de mi cuento.
La intencionalidad que hay detrás de un relato, el porqué estoy contando este cuento es sin duda el hilo conductor, tanto en el fomento de la lectura, la creatividad, las artes, la difusión de patrimonio intangible, grandes autores, entre otros.
¿Cuál es el aporte de los cuenta cuentos en la educación?
Es una herramienta innovadora, entretenida, un maravilloso y sorprendente aliado, un complemento necesario como un buen ingrediente para que el caldo quede sabroso o para que el guiso sea comido por un niño. Implica una forma de camuflar que estamos enseñando de manera entretenida, lúdica, cariñosa, endulzando, tal vez, un contenido que es difícil de entender de manera tradicional. Una forma de preparar caminos, de lograr enganches, seducir y encantar para motivar o introducir a un tema, una manera discreta de tocar temas que pueden resultar incómodos. Es por eso que en la antigüedad se enseñaba a través de los cuentos, estos eran y han sido las herramientas para socialización.
¿La importancia de las prácticas sociales en la ECC?
Cumple varias funciones, que los alumnos practiquen su cuento contándolo varias veces, que logren captar qué sucede cuando se cuentan cuentos ante un público. Permite saber cuándo y cómo hacer las repeticiones, cómo crece y toma cuerpo un relato, cómo se transforma, se vive y se hace propio un cuento mientras más se cuente.
Por otra parte, es una forma de trueque, de retribución por la instrucción recibida. Una manera fantástica de presentar la educación, aquí no se paga con dinero sino que se comparte con la sociedad en lugares de vulnerabilidad social. Por lo mismo, las prácticas se realizan en lugares de carácter social, establecimientos educacionales, bibliotecas y centros abiertos.
Nuestra escuela se plantea como un lugar en que todo aquel que quiera aprender y experimentar puede hacerlo, pero es importante que lo enseñado sea compartido, al menos contando su cuento 5 veces por semestre.
¿Cuáles son los desafíos para la Escuela de Cuenta Cuentos para 2013?
¡Mejorar, mejorar y mejorar! La idea es proporcionar una metodología clara, de primera calidad, que los alumnos logren expresarse, enseñar desde el cariño, que sientan que son parte de una gran familia y que aún tenemos mucho que contar.
Lograr incentivar la lectura, la investigación literaria de nuestros alumnos.
Este año se incluirán varios ex alumnos como profesores y ayudantes, le brindamos nuestro apoyo esperando que en un futuro próximo se sumen muchos otros ex alumnos en el equipo docente. Nos interesa profesionalizar este arte no sólo en la Región Metropolitana, sino que en regiones que haya un movimiento de artistas locales, generar trabajo, facilitar redes nacionales e internacionales.
Otro de nuestros desafíos es tener nuestra segunda Maratón de Cuentacuentos, que el año pasado tuvo gran éxito, espacio en que los alumnos, ex alumnos y contadores de Chile y el mundo muestren su arte a un público familiar. También que las personas escuchen buenos cuentos, diversos mitos y leyendas para que los niños disfruten, logrando, así, que padres y abuelos se motiven contándoles cuentos a sus hijos. Pueden ser cuentos antiguos, propios, con la idea de que recuperar nuestra historia es tarea de todos. Pero sobre todo, queremos, sinceramente, seguir aprendiendo.