Luego de sacudir Madrid con su sátira a Juan Carlos I, el artista Nicolás Miranda vuelve a hacer de las suyas, ahora, en las calles de la ciudad porteña. En su primera parada intervino el emblemático Paseo de la Historieta, monumento a Mafalda Manolito y Susanita del humorista gráfico Quino, y el “Club Atlético”, ex centro clandestino de detención, tortura y exterminio.

Nicolás Miranda quien revolucionó España con su última producción “Estrategias parasitarias para la sobrevivencia en un mundo cruel” - al posar una escultura de 170 cm del rey emérito Juan Carlos I con un rifle apuntando a “El Oso y el Madroño”- llegó a Buenos Aires interviniendo el principal ícono de la cultura pop trasandina, Mafalda.

Ante la sorpresa de miles de argentinos, el artista nacional partió su ruta por la ciudad, evocó al popular personaje de Juanito Laguna quien acompañó a los icónicos personajes de Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido mundialmente como Quino. Para luego, intervenir el espacio de memoria “Club Atlético”, lugar en el que se estima estuvieron secuestradas más de 1.500 personas y que en el 2014 fue declarado Sitio Histórico por la legislación porteña.

Esta acción es parte de una serie de intervenciones fugaces, que Miranda junto a su equipo, tienen planificado en el espacio público en las qué mediante tres figuras del inconsciente popular colectivo argentino, propondrá una lectura crítica de la identidad local a través de la parodia en torno a íconos de la cultura pop argentina, la cual busca poner de manifiesto la conflictividad social latente en la ciudad.

Gente en su sitio, o tentativas de una noble igualdad, se titula el proyecto de Nicolás Miranda, quien ha desarrollado un prolífico cuerpo de obra desde la escultura contemporánea, caracterizándose por indagar en la relación entre arte, política, cultura y sociedad. El proyecto enmarcado en la dinámica artística contemporánea conocida como site specific, se articula a partir de tres coloridas esculturas confeccionadas con materiales livianos que representan figuras anónimas pero reconocibles dentro del imaginario popular argentino. De ese modo, dichas piezas Juanito Laguna de Antonio Berni, una joven marginal y un policía federal sacándose una selfie– serán parte del programa de actividades dispuestas provocativamente alrededor de diversos hitos de la ciudad, caracterizados por su carga simbólica; entre ellos: Plaza de Mayo, la Plaza Once, un Espacio de la Memoria, el Palacio de Tribunales, la Facultad de Derecho y el MALBA, entre otros.

Sarcástico, irreverente y arriesgado como escasos artistas de su país   en el que más bien predomina la carencia de humor en el arte contemporáneo–, el arte de Miranda ha sido definido como hilarante y político; eso, en virtud de su vínculo con la cultura pop.

Esta nueva propuesta del artista visual chileno también se aproxima a lo político desde el humor y la cultura pop. Al respecto, Miranda sostiene sobre Gente en su sitio, o tentativas de una noble igualdad, que: “No hay nada menos irónico que jactarse de ser irónico. Tanto el humor como la política implican saber leer el entorno. Entiendo el arte como un fenómeno lingüístico, un sistema combinatorio de signos. No es lo mismo decir “el SIDA tiene cura”, que “el cura tiene SIDA”. En este caso repito, me acoplo y camuflo a la dinámica de las figuras escultóricas ya existentes y esparcidas en Buenos Aires (paseo de la historieta, Borges, Olmedo, etc..); la operación implica apropiarme e instalar personajes anónimos a través de los códigos del espectáculo, donde ese cruce puede ser paradójico y violento. Un turista sacándose una foto con Juanito Laguna, o el policía a metros de los senegaleses en el Barrio Once… Tiene que ver con el aparente antagonismo que termina dando coherencia a las intervenciones”.

Finalmente, y luego de la serie de intervenciones en el espacio público que estarán realizándose del 15 de agosto hasta inicios de septiembre, Gente en su sitio, o propuestas para una noble igualdad, culminará su recorrido porteño con una exposición en la Galería Pabellón 4, a inaugurarse el 20 de octubre, con un cierre programado para el 30 de noviembre. Allí se presentará el registro fotográfico y audiovisual de las intervenciones y de toda la gira de Miranda.

Acerca de: Nicolás Miranda es un artista chileno formado en Bellas Artes con mención en Escultura en la Universidad ARCIS y con un Magíster en Artes mención Artes Visuales de la Universidad de Chile. Su trayectoria ha estado marcada por importantes reconocimientos y exposiciones que evidencian su compromiso con el arte contemporáneo. En 2010, Miranda obtuvo el primer lugar del concurso para artistas jóvenes Cabeza de Ratón del Museo de Artes Visuales con su obra Easy. Esta pieza consistía en un diorama que imaginaba cómo sería si una obra de Jeff Koons estuviera expuesta en una sala en Chile. Con esta propuesta, Miranda demostró su habilidad para crear obras que dialogan con el arte más actual. Un año después, realizó una residencia artística en la Galería Meridión Arte Contemporáneo, de Buenos Aires, donde expuso su obra Sin pena ni gloria. En ella, el artista exploró nuevas técnicas y materiales para desarrollar una propuesta que refleja su inquietud por las formas y los volúmenes. En 2013, Nicolás Miranda presentó La gran vitrina, una muestra que representó en miniatura a personajes reales de la escena artística nacional. Esta obra formó parte de la curatoría "Circuito Temporal" de Galería Temporal y se destacó por su originalidad y capacidad para interpelar al espectador. Para más información: nicolasmiranda.art