Artefactos móviles o retroiluminados originados en el gesto lineal y traspasados industrialmente al formato tridimensional, una serie de pinturas geométricas y una proyección audiovisual con efecto 3D, conforman el vibrante universo cinético que la artista chilena Liliana Iturriaga presenta en la exposición Concéntricos, entre el 12 de mayo y el 31 de julio en el Museo Nacional de Bellas Artes. 
Con la curatoría de Patricio M. Zárate, la autora apela al mundo sensible a través de esta propuesta con obras inéditas creadas especialmente para la muestra en el MNBA, además de algunas de las piezas que exhibió en 2020 en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (MACBA). De esta forma, presenta su trabajo más reciente en el que indaga en el movimiento lineal y la vibración óptica, a partir de formas circulares desde cuyo centro emerge el movimiento, generando zonas de sobreposición, transposición y traslación, en apariencia erráticas, pero en las que no está ajeno el azar.
Se trata de artefactos que al girar activan secuencias y frecuencias regulares e irregulares, produciendo formas sinuosas en un vibrante estado de expansión y contracción constante. En tanto que otros se retroiluminan para que la refracción de la luz viaje a través del material que la soporta. Para ello, Iturriaga se vale de estructuras y piezas de factura industrial, elaboradas con acrílico, aluminio, plástico y microleds. Toda línea proviene del gesto y la pulsión de sus propios trazos, que luego se traspasan a una matriz. Las sombras de los artefactos extendidas en el espacio se transforman en un elemento más de la obra. Se incluye una proyección audiovisual con efecto 3D, en la que trabajó en colaboración con Manuel Basoalto en la dirección, Nicolás Basoalto, en el diseño y construcción sonora.
Concéntricos reúne en total 37 piezas y se presenta como hito, tras una década de Sinuosidad de la línea, la primera muestra individual de la artista en la ex-sala MNBA Museo Sin Muros, ubicada en el Mall Plaza Vespucio.
Sobre la artista: nació en Chile en 1965. Vivió por más de 30 años en Venezuela, país donde se inició en el arte cinético. Realizó estudios de diseño en la ciudad de Caracas, complementándolos con talleres de Arte y Escultura. Regresó a Chile en 2008, continuando su formación en el Taller de Serigrafía de la Escuela de Arte de la Universidad de Chile con Cristóbal Bouey en 2013. Luego, en 2014 cursó el Taller de Color del Diplomado de Arte de la Universidad Católica con Eduardo Vilches. Actualmente, cursa el diplomado de Historia de las Artes en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha expuesto en numerosas exposiciones colectivas e individuales, tanto en Chile como en el extranjero. Su obra es parte de la colección permanente del MACBA, en Buenos Aires, y en el Museum of Geometric and MADI Art, en Dallas.