Por Francisca Jiménez
Alicia Cáceres es una artesana que ha realizado un importantísimo trabajo de puesta en valor de la historia y la memoria de los cultores y creadores nacionales. Recientemente presentó el libro “Artesanía urbana en Chile: Alicia Cáceres y Juan Reyes (en ausencia)”, cuya investigación había comenzado a hacer junto a su marido (Reyes), fallecido hace un tiempo. Tuve la posibilidad de asistir al lanzamiento, que se realizó en el GAM, y escuchar, de primera fuente, su relato sobre aquellos artesanos y artesanas –muchos de los cuales ya no viven– y que marcaron la escena artesanal chilena desde mediados del siglo XX en Chile en adelante.
La presentación fue emocionante no solo por el testimonio de la autora del texto, sino que también por el reconocimiento que ella hace en este de sus compañeros y compañeras de oficio. Las historias se remontan a la época de la Escuela de Artes Aplicadas, la cual se fundó en 1928 y se cerró en 1973, y que fue un verdadero semillero de grandes artesanos y artesanas en Chile. Fue en ese lugar donde se conoció el matrimonio Reyes Cáceres. Mientras Juan estudió artes gráficas (grabado y encuadernación), Alicia se perfeccionó en la cerámica. Ambos fueron testigos de las primeras ferias de arte popular que se iniciaron en 1959 en Santiago –impulsadas por Lorenzo Berg–, cuya heredera natural es, en la actualidad, la de artesanía internacional de la Universidad Católica. En esos encuentros participaban artesanos de la talla de Guillermo Prado (volantines), David Vargas (réplicas en miniatura de carruajes), Violeta Parra (pintora, escultora, ceramista, entre otros), Raúl Célery (orfebre en cobre) y Luis Manzano ‘Manzanito’ (mimbrero y creador del enorme pescado que colgó en el edificio de la UNCTAD II, actual GAM, donde hoy se puede ver una réplica), entre otros destacados personajes.
En el libro, Alicia Cáceres hace un repaso por lo que fue el aporte de la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, el rol del Estado y la artesanía en las galerías de arte CEMA (1967-1970), COCEMA y la Galería de Artesanía Urbana (1970-1973, respectivamente), la función que cumplió Lorenzo Berg, la Universidad Católica y las ferias internacionales de artesanía tradicional. Además, en su libro da cuenta de los artesanos urbanos de fines del siglo XX hasta hoy, entre los cuales sobresalen Juan Carlos Orellana (orfebre), Sergio García (ceramista de ocarinas), Marcela Alcaíno (joyera de Punta Arenas), Juan Lobos y la destacada dupla de joyeros Claudia Betancourt y Nano Pulgar, Viviana Marshall (esmaltista en cobre), la Escuela de Orfebres de Coya, el Colegio de Artesanos Profesionales de Chile y la Feria de Bahía Inglesa, entre otros.
Finalmente, en el libro se resalta la creación del Centro Artesanal de Los Dominicos (1979), el cual sigue siendo un lugar de encuentro de cultores urbanos de la Región Metropolitana, principalmente. Y se destaca, también, el rol que cumplió el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2003-2017) y la creación de su Área de Artesanía, la que, hasta el día de hoy, es muy activa en apoyar a los artesanos y artesanas tanto en la creación como en la difusión de sus obras.
Este libro es un importante texto histórico sobre la artesanía urbana chilena, el que se puede descargar desde la página del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Área Artesanía:www.cultura.gob.cl