Por Francisca Jiménez.
Me enteré de una muy buena noticia sobre el rescate de nuestra artesanía tradicional. Se trata del Sello de Artesanía Indígena, cuyas piezas ganadoras se dieron a conocer esta semana en la Feria de Artesanía de la Universidad Católica (UC). Me parece que es una excelente iniciativa porque estos objetos son transmisores de las culturas de nuestros pueblos originarios, los que suelen ser menos conocidos y difundidos y, a la vez, son más vulnerables a desaparecer en el tiempo.
Las piezas ganadoras de este primer sello son la manta Tata Inti (aimara), unos zarcillos de plata 950 (aimara), tres fajas aimara, una alforja colla, un c’apasjetána (cesto kawésqar), un chaiwe mapuche (una especie de canasto para la elaboración de comida hecho en fibra vegetal) y un moai Hoa Haka Nana de Rapa Nui. Elena Alfaro, directora del Programa de Artesanía de la UC, el cual organiza la feria que se realiza en el Parque Bustamante, comenta que 'el Sello de Excelencia está principalmente abocado a la innovación en la tradición.
Es decir, productos que sean de innovación pero que rescaten autenticidad. En cambio, el Sello de Artesanía Indígena está destinado especialmente a artesanos indígenas, que presentan piezas absolutamente tradicionales y que son testimonios en el fondo de la vida de una comunidad o de un pueblo originario determinado.
La idea es dar incentivos para que esa artesanía se siga produciendo y ponerla en valor'. Por su parte, el Consejo de la Cultura reconoce obras por tener un alto contenido histórico y simbólico a la vez que estético, que proviene de un pueblo originario, con el fin de visibilizar y difundir estas expresiones culturales. En ese sentido, para el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, con este sello se busca recuperar y relevar los conocimientos y el oficio de los artesanos tradicionales de los pueblos indígenas, que son traspasados de generación en generación.
Si bien pienso que todas estas piezas merecen un amplio reconocimiento, me llaman especialmente la atención los aros de plata aimara. En los últimos años me he dedicado a investigar objetos de artesanía de nuestros pueblos originarios para darlos a conocer en la colección Niños Artesanos de ediciones Mis Raíces, la cual dirijo. Debo decir que en un principio me costó dar con buenos ejemplos de orfebrería aimara. Finalmente, y después de mucho averiguar, supe de un colectivo que trabaja la plata y reproduce los antiguos aros de ese pueblo en Arica.
En ese sentido, me alegra mucho saber que las artesanas María Gómez y Mercedes Mamani se dediquen desde hace seis años al rescate de piezas características de la cultura aimara. Los zarcillos que recibieron la distinción son parte de la vestimenta tradicional de la mujer de ese pueblo, los que se usan en los rituales ceremoniales. Sin duda que estas reproducciones aportan al rescate de la tradición de aquel pueblo originario.
Publicado en: MásDeco - La Tercera