La artista presenta su primera exposición individual en el Museo Nacional de Bellas Artes, resultado de treinta años de trayectoria. Se trata de 40 obras en óleo que representan objetos o temas cotidianos, cuyo conjunto ofrece una particular mirada sobre la vida humana. 

En El objeto souvenir de mi cotidiano, la artista Verónica Büttinghausen invita al público a sumergirse en su propia visión de la existencia humana. Se trata de cuarenta pinturas al óleo que se exhibirán a partir del 25 de mayo hasta el 26 de julio en la Sala Chile del Museo Nacional de Bellas Artes, y que presentan  diversos momentos pictóricos de la artista, inspirados en objetos cotidianos que van de lo figurativo a los abstracto.

Sobre esta exposición, ha dicho Büttinghausen: “El objeto souvenir de mi cotidiano es una búsqueda por entender la vida misma desde su simpleza. Lo que se proyecta en mi pintura son objetos o temas cotidianos con historias, cuya presencia transmite la tranquila sensación de ‘estar en casa’. En este sentido, la muestra pretende evocar intimidad, silencio, cobijo, tranquilidad y armonía”.

“La pintura de Verónica Buttinghausen está trabajada desde la visión íntima de registro, archivo y memoria, con una relación plástica de repetición de la mirada sobre el objeto y que abre el umbral para la cercanía a la noción de objeto de transición” explica a su vez el curador de la muestra,  Juan Francisco González.

En el contexto de esta exposición, la artista lanzará además su libro La Poesía de lo Cotidiano, propuesta editorial y pictórica que repasa su trayectoria artística. Este lanzamiento tendrá lugar el 24 de mayo a las 19.30 horas, mismo día de la inauguración de la muestra.

Desde sus inicios, la artista ha pasado por distintas etapas de creación. A partir de su primera exposición individual, realizada en 1991, se distingue la conformación de un lenguaje propio, en el cual, la línea es protagonista y define la pintura. Con el tiempo, la obra de Büttinghausen se desliga cada vez más de la línea, hasta terminar centrándose en los colores y las texturas, adoptando una cualidad más abstracta.

En este sentido, y de acuerdo a Roberto Farriol, director del Museo Nacional de Bellas Artes, “el interés de la artista por la presencia de la opacidad del pigmento, que reproduce a través de una trama de materiales, es depositado al azar sobre el soporte desembocando en el espacio (pre)figurado de la tela. De este modo, y como lo señala su curador, Francisco González-Vera, la artista se instala desde lo cotidiano como parte fundamental de su práctica referencial y representativa de su entorno; entre el observado y lo recordado”.

Sobre la artista Verónica Büttinghausen (1949) cuenta con diversos estudios en dibujo, pintura e historia del arte con destacados artistas nacionales como Aldolfo Couve —uno de sus mentores— y Rebeca León. Entre 1980 y 1983 estudia en el Instituto de Arte Contemporáneo, donde tuvo clases con destacados profesores como Gonzalo Cienfuegos, Gonzalo Díaz y Jorge Tacla. Durante su trayectoria, ha realizado cursos de dibujo y pintura con destacados artistas, participando además en talleres de arte en Alemania, Suiza y Austria. El objeto souvenir de mi cotidiano se presenta hasta el 25 de julio en la Sala Chile (segundo piso), y se puede visitar de martes a domingo de 10:00 a 18:45 horas.