Se realizó una nueva edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, se trata de la mayor feria textil de la Argentina que este año celebró su vez número 45. Este tradicional encuentro se lleva a cabo en la Provincia de Catamarca, en el predio ferial ubicado en la ciudad capital: San Fernando del Valle de Catamarca, durante 10 días del mes de julio, que generalmente coinciden con el receso invernal. Según las estimaciones de la Secretaria de Turismo de la provincia, este año visitaron la Fiesta unas 490 mil personas. La capacidad hotelera de Catamarca estuvo totalmente colmada.

Año a año, exquisitas teleras de toda la provincia se dan cita en el "Poncho" para exhibir y vender sus tejidos y compartir con la gente su saber hacer. Es muy común verlas trabajar con los vellones y los husos en constante movimiento. A ellas también se suman cientos de artesanos y artesanas de todo el país y de países vecinos, en diferentes rubros y especialidades. La muestra artesanal se complementa con espectáculos de música y danza; el Pabellón de Turismo que muestra la oferta local; el Salón de la Cultura; el Festival del Ponchito; y el flamante espacio Poncho Deco y Diseño, una nueva propuesta donde dialogan el diseño y la artesanía.

El sábado 18 de julio se hizo la esperada premiación que incluyó menciones y reconocimientos a los hacedores culturales, además de premios en dinero y materia prima (lana de vicuña, oveja y granalla de plata), y se conoció el mejor poncho 2015, el máximo galardón que otorga la Fiesta. El jurado de expertas textiles eligió el poncho de fibra de vicuña realizado por la joven artesana Zulema Gutiérrez. Ella es oriunda de Laguna Blanca, un municipio ubicado al norte del departamento de Belén, a 3200 metros sobre el nivel del mar, distante 460 kilómetros desde la ciudad de Catamarca. Allí no tienen señal de celular y el acceso a Internet es limitado. Zulema es integrante de la Cooperativa Mesa Local Laguna Blanca. Estuvo participando en el stand que presentó el Ministerio de Cultura de la Nación a través del Mercado de Artesanías Tradicionales de Argentina (MATRA). Cuando subió al escenario se notaba la emoción en su rostro. “No imaginaba que podía ganar el premio, fue una sorpresa para mí. Estaba tan nerviosa que no podía hablar”, dijo la joven telera.

Confeccionar el poncho le llevó casi siete meses de trabajo. “Durante ese tiempo mi dedicación fue exclusiva sin hacer otras prendas”, señaló. El poncho ganador pesa 500 gramos y fue realizado con lana ciento por ciento de vicuña, cuidadosamente seleccionada por la artesana.  A Zulema le enseñaron a tejer sus padres: “los dos son tejedores y viven de la artesanía”.

En la cooperativa de Laguna Blanca trabajan la lana de vicuña que proviene del Chaku, una costumbre precolombina, que consiste en la captura, esquila y liberación de las vicuñas silvestres. Zulema cuenta cómo es esta práctica sustentable para obtener la fina lana y proteger a estos animales. “La captura se realiza entre los meses de octubre y noviembre. Tenemos las aguadas donde vienen a tomar el agua las vicuñas. Cuando ingresan cerramos los portones y  todo el pueblo colabora para arrearlas hacia los corrales”. Una vez allí, de a una se van esquilando. Se necesitan cuatro personas para la tarea: dos sostienen las patas del animal, otra la cabeza y una cuarta realiza la esquila a mano, con tijeras. Por cada vicuña obtienen de 200 a 500 gramos de lana. Según cómo les vaya en la captura, pueden conseguir entre 40 y 45 kilos de lana, cantidad que es repartida entre todos los socios de la cooperativa.

A continuación Zulema explica cómo es el proceso para preparar la lana. Primero saca el pelo más grueso, actividad que le insume bastante tiempo. Después tiene que desmotar, “quitar todo el amarillento que tiene por encima la lana, donde le da el sol, que queda como viejo”. Y luego trabaja con la selección. “Yo la selecciono y una vez que la lana está toda limpita para hilar la separo en tres colores y a veces hasta cuatro: blanco, beige claro, beige más oscuro y también marrón bien oscuro”, detalla Zulema.  El excelente poncho que hizo este joven telera tiene todos los colores de la vicuña. Pronto pasará a formar parte de la colección del Museo del Poncho, donde se exhiben todos las piezas premiadas en las diferentes ediciones de la Fiesta.

Imagen 3: Facebook Cooperativa Mesa Local Laguna Blanca