Ya he comentado antes que mi debilidad son los textiles. Más aun si tienen bordados. Ahí sí que la devoción es total. Tal vez es porque me recuerdan a mi mamá cuando bordaba y me enseñó algunos puntos.

Cuando llegué a la inauguración de la muestra “Hilos de América, Textiles Originarios” me fui directo a la sala de las culturas mesoamericanas. Me gustó mucho la museografía de la exposición, que resalta con simpleza las obras exhibidas. Pude ver extraordinarios tenangos -bordados decorativos- de México; molas -textiles tradicionales de Panamá que son hechos por las mujeres kunas- y coloridos huipiles guatemaltecos -mantas tipo poncho que usan las indígenas de ese país-. Todas hermosas piezas de museo pero que aún son parte de la vida cotidiana de los pueblos originarios de esa zona. De estos, los que más me gustaron fueron los tenangos (en la foto). La razón, sus historias bordadas llenas de detalles y que invitan a imaginarse el mundo de quien los creó: su vivienda, su gente, la flora y fauna que los rodea. La exposición da cuenta de la costumbre textil de las sociedades tradicionales de Latinoamérica, desde las culturas prehispánicas hasta hoy, a través de vestimentas, ajuares y accesorios. La selección de piezas abarca parte de Mesoamérica, pasa por los Andes, la Amazonía y el Gran Chaco, hasta llegar al extremo sur de América, con los textiles originarios de Chile y Argentina. Lo interesante es que el hilo conductor es el ajuar femenino en las principales culturas indígenas de cada país. Según Gloria Cortés, curadora del Centro Cultural Palacio La Moneda, los criterios generales para la muestra fueron considerar la creación textil más emblemática que se sigue desarrollando en las sociedades tradicionales. “Aquellas que mantengan relación con la creación femenina, su simbología, por una parte, y la continuidad de sus técnicas, por otra. En el caso de Guatemala se consideró dentro del grupo mesoamericano. Por ende, la selección de huipiles como elemento clave de la textilería maya fue realizada en conjunto con los dos museos participantes en relación con los diferentes grupos culturales, iconografías y técnicas utilizadas en Guatemala. Respecto a Panamá, la selección se hizo sobre la base de la compleja técnica que caracteriza a las molas realizadas por las mujeres kunas”, explica la experta. Es impresionante que estas técnicas ancestrales continúen vigentes sin haber sido modificadas, pese al avance de la modernidad. Es así como se mantienen los colores, bordados y tejidos, que componen un lenguaje visual que representa la cosmovisión de los distintos pueblos. Además se explica cómo en el vestuario indígena aparecen simbolismos que indican la identidad y el estatus dentro de la comunidad y la importancia ritual de las piezas textiles relacionadas con momentos especiales y ceremoniales, como el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Un verdadero viaje a las culturas originarias a través de los textiles.