El proyecto Biblioteca Escolar Futuro entrega de manera gratuita libros de lectura a escolares en un espacio especialmente habilitado para aquello. La iniciativa incluye una ludoteca, que permite vincular la lectura como un juego para los niños. A futuro buscan entregar más apoyo a los profesores en su labor docente y realizar mayores actividades que involucren a toda la comunidad escolar.
Por Marcela Paz Muñoz Illanes
Se trata de una novedosa iniciativa cuyo objetivo es acercar la lectura a los más pequeños que viven en situaciones más vulnerables. De hecho, en la reciente visita que las autoridades de la UC hicieron a 60 establecimientos educacionales vinculados a la Biblioteca Escolar del Campus Villarrica, que fue inaugurada a finales de agosto, observaron que la universidad “debía apoyar e involucrarse desde la educación inicial de los niños”. Conversamos con Francisca Vergara, Coordinadora de la Biblioteca Escolar Futuro.
¿De qué manera el proyecto busca reforzar la educación preescolar con el apoyo de la lectura?
El proyecto Biblioteca Escolar Futuro tiene por finalidad poner a disposición, de manera gratuita, un espacio especialmente habilitado para escolares en las bibliotecas de los cincos campus de la Pontificia Universidad Católica de Chile y en el Liceo Técnico Agrícola UC ubicado en la Cuarta Región. En la Cuarta y Novena regiones hemos optado por ampliar la cobertura desde preescolar a cuarto medio. Esto es, en las bibliotecas del Campus Villarrica y la ubicada en el Valle del Elqui. Lo hacemos mediante la implementación de Ludotecas dentro de la misma biblioteca escolar, ofreciendo un espacio protegido y lúdico que potencie los aprendizajes propios de las primeras edades.
¿De qué manera implementan la biblioteca?
Se recorren los establecimientos con alto índice de vulnerabilidad escolar que se encuentran en las comunas aledañas al campus. En nuestra visita por los 60 establecimientos educacionales vinculados a la Biblioteca Escolar del Campus Villarrica, la cual fue inaugurada a finales de agosto, nos dimos cuenta que la universidad debía apoyar e involucrarse desde la educación inicial de los niños. Es por eso que decidimos implementar la primera Ludoteca en el Campus Villarrica, la que contuviera diversas zonas donde se encuentren los materiales muy bien clasificados para favorecer la interacción autónoma entre niños, adultos y elementos que esta incluye.
En las visitas por los ocho establecimientos educacionales del Valle de Elqui, también vimos la misma necesidad. Es por esto que en regiones nos enfocaremos en preescolar, no descartando que en Santiago repliquemos el modelo en una segunda etapa.
¿Por qué trabajan la lectura a través del juego?
Esto se enmarca también en la Convención de los Derechos del Niño, que recoge el derecho al juego en el Artículo 31. Si el juego está considerado en sus derechos, es importante que como unidad académica universitaria, donde se están formando futuros educadores, realizar iniciativas concretas en este sentido.
¿Cómo ha sido la acogida de la comunidad y de los padres?
Hemos tenido una muy buena recepción del proyecto. Al visitar los colegios, nos han recibido con las puertas abiertas. El poder conocer las realidades en terreno, ha hecho que el proyecto se vaya retroalimentando y dejando afectar por cada una de las realidades locales.
En Villarrica estamos trabajando con una red de colegios unidocentes, y ellos nos invitaron a celebrar el año nuevo mapuche en la que participaron los alumnos y sus familias. Ser parte de eso fue muy importante para ellos, ya que sintieron que la UC se hace parte no sólo de su proyecto educativo, sino de su diario vivir. Valoran mucho el poder tener acceso a libros y la ludoteca, ya que hoy día les es muy difícil acceder a este tipo de materiales.
En ambas inauguraciones hemos contado con una gran presencia de niños y profesores, 700 en Campus Oriente y 500 en Campus Villarrica.