Cuando uno escucha la palabra lujo, se tiende a pensar en un hotel 5 estrellas, un diamante y mucho oro. Pero hay también otro, ese que nos muestra cosas mucho más simples, que nos rodean en el día a día y que quizás de tanto verlas no las tomamos en cuenta. Ese lujo, al menos para mí, es el que más me atrae. Hace poco recibí de regalo para mi cumpleaños por cambio de década un objeto de artesanía que ansiaba tener hace años.
Se trata del Cuasimodo de las loceras de Talagante, una verdadera pieza de museo. Sobre todo porque actualmente son mujeres de una sola familia quienes trabajan esta artesanía que proviene de una tradición heredada de las monjas Clarisas y que se remonta al siglo XIX. Aunque afortunadamente me enteré de una iniciativa que está promoviendo la capacitación de mujeres de parte de la Municipalidad de Talagante y del Consejo Nacional de la Cultura, para que surjan nuevas artesanas en torno a esta antigua costumbre de la Región Metropolitana y no se pierda con el tiempo.
De esta iniciativa supe en la última Muestra Internacional de Artesanía Tradicional, organizada por la Pontificia Universidad Católica, lugar donde quedé maravillada con un artesano llamado Antonio Calfuñanco. Se trata de una persona que trabaja la totora de La Serena, un material que crece en los humedales de esa ciudad y que conocí el año pasado. Es una labor doblemente ‘lujosa’, ya que no solo rescata una tradición antigua de esa zona, sino que también pone en valor la totora, que hoy está prácticamente en extinción. Sus trabajos muestran una artesanía mestiza en las formas, pero cuyo origen se remonta a los pueblos originarios. De hecho, la técnica me recuerda a la que usaban los aborígenes que vivían en las costas del norte de Chile, de las que hay registros de barcas y otros objetos desde Arica hasta la zona de Coquimbo.
En general, cada vez que viajo a un lugar dentro o fuera de Chile me llevo estos pequeños tesoros hechos de materiales simples, pero de gran valor patrimonial porque pienso que los verdaderos lujos son los que están en nuestras raíces.
La agrupación de artesanas de Talagante que trabaja la cerámica policromada se llama Huellas de Greda y se la puede contactar en los teléfonos 2-2812 9245/ 09-9521 2047
Antonio Calfuñanco es un artesano en cestería de Coquimbo quien hace esteras, canastos y personajes tradicionales. Se le puede contactar a través del mail: luiskallfu@hotmail.com o a través del los teléfonos 09-181 9195/ 09-641 9038