El edificio patrimonial, con más de 100 años de historia, acoge al Club de Jazz de Santiago y al restaurante italiano La Fabbrica.

 

Más de 3 mil conciertos de jazz en vivo son los que se han celebrado en la centenaria Casa Maroto (Avenida Ossa 123, La Reina), desde que se transformara en el epicentro de este género musical y de la auténtica gastronomía italiana, en 2014.

 

A lo largo de una década, Casa Maroto ha acogido al Club de Jazz de Santiago -con más de 80 años de historia-, y al restaurante italiano La Fabbrica, parte del grupo gastronómico Melting Cook del empresario francés Jérome Reynes, luego de una alianza que ha buscado entregar una propuesta única a sus clientes, y que se ha transformado en un santuario para quienes quieren disfrutar distintos tipos de jazz.

 

“Luego del terremoto de 2010, Casa Maroto quedó en bastante mal estado. En ese entonces, desde Mall Plaza Egaña buscaron la forma de darle una segunda vida a este edificio, con una apuesta ligada al jazz y la gastronomía”, recuerda Reynes, quien en ese entonces poseía un club de jazz en Bellavista. “Luego de varios meses de trabajo, logramos reconstruir la casa y adaptarla a las normas actuales. Con un estilo italiano de inicios del siglo XX, decidimos que la apuesta debía ser por gastronomía italiana tradicional, y desde ese entonces, hemos logrado presentar una oferta única ligada a la música y a la buena gastronomía, y a lo largo de esta década, además de los 3 mil conciertos que se han desarrollado acá, también hemos servido más de 500 mil pizzas”.

 

Por su parte el presidente del Club de Jazz, Rodrigo González, destacó la sinergia que se ha producido con La Fabbrica. “Hemos transitado un largo camino como Club de Jazz, con 81 años de historia, y en esta década que llevamos en Casa Maroto, seguimos manteniendo la idea de ser los custodios del jazz más tradicional. Hemos logrado construir en conjunto con La Fabbrica, un espacio que acoge distintos estilos de jazz y donde las personas pueden disfrutar conciertos en vivo de gran calidad”.

La alianza entre el Club de Jazz y La Fabbrica, ha hecho de la Casa Maroto un lugar emblemático donde convergen la música, la gastronomía y la historia, y quienes visitan este edificio patrimonial, que mezcla lo mejor del jazz en vivo en un escenario y un piano -Hyundai de media cola de 1995-, especialmente dispuestos para vivir la experiencia, con la calidez de la cocina italiana que ofrece el restaurante.

Asimismo, la cartelera completa de conciertos que se desarrollarán en Casa Maroto se encuentra disponible en @clubdejazz.santiago (instagram y facebook).

El rescate patrimonial

Emplazada en el corazón de Plaza Egaña, esta casona se ha convertido en un ícono arquitectónico e histórico de la comuna. Construida en 1920 por Rafael Maroto Hurtado, nieto del general Rafael Maroto, el inmueble cuenta con un tradicional estilo italiano de comienzos del siglo XIX, tales como líneas simétricas, balcones de hierro forjado, amplios ventanales y detalles ornamentales que acentúan un estilo señorial clásico de esa época. Durante los años 60 fue donada a la Cruz Roja Chilena, organización que la utilizó como sede por varios años.

Tras el terremoto de 2010, la casa sufrió daños estructurales, pero entre 2012 y 2014, y luego de su reconstrucción, resurgió como un espacio cultural, siendo desde esa fecha, la sede del Club de Jazz de Santiago y del restaurante La Fabbrica.