La actriz Tita Iacobelli y la connotada artista rusa-belga Natacha Belova estrenan su primera dirección en conjunto. El espectáculo está inspirado en la pieza teatral La Gaviota de Antón Chéjov y es un proyecto ganador de la Convocatoria Fondart Regional, Creación Artística, 2018.
Este proyecto comenzó el 2015, cuando Tita Iacobelli (conocida por su trabajo en Compañia Viajeinmovil con Gulliver y Otelo) y Natacha Belova desarrollaron en Santiago el Laboratorio de Investigación “Plan B”, sobre la marioneta contemporánea, ocasión que convocó a 20 artistas de Europa y América. Luego de esta experiencia, surgió el deseo de trabajar en conjunto.
Belova propuso La Gaviota, obra de Antón Chéjov, que siempre le había atraído desde su Rusia natal. “Era un desafío acercarse a este gran texto a través del lenguaje de la figura y los objetos que son parte de un teatro más visual que verbal”, comenta. Además, siendo una obra que habla de actrices, de la angustia y el placer de hacer Teatro. Temas muy atingentes para ambas artistas.
Los ensayos se realizaron en Santiago, Buenos Aires y Bruselas, para finalmente estrenarse este 23 de junio en el Anfiteatro Bellas Artes, en el marco del Festival “La Rebelión de los Muñecos”, instancia del reconocido artista Jaime Lorca.
Trama y conflicto
“Chaika es el intento heroico y decadente de una vieja actriz por actuar sola en La Gaviota de Chéjov”, comienzan Tita Iacobelli y Natacha Belova.
En esta creación las directoras toman la trama de La Gaviota y la ponen en la memoria deteriorada de Chaika, una actriz vieja que se despide del Teatro con esta obra. Ella debe interpretar a Arcadina, la famosa artista que aprovecha su éxito, que goza la vida, pero que al mismo tiempo -y al igual que ella- se acerca al final de su carrera. “Yo tengo una regla: nunca hablar de ni vejez, ni de muerte", dice En todos los discursos de Arcadina sobre cómo se debe avanzar en la vida, en sus peleas con su hijo, su amante y sus conflictos personales; aparece una mujer desesperada de perderlo todo; perder su lugar, su poder, su teatro.
En la obra de Chéjov, la gaviota puede ser el símbolo de una fuerza vital. Los personajes viven con su gaviota, algunos la disecan, otros la asfixian y casi todos en algún momento matan a su gaviota. Salvo Nina, la actriz joven, que continúa al servicio de su deseo, de esa fuerza. Y que a pesar de llevarla a la devastación continúa buscando el sentido, confundida entre el deseo y realidad: "Soy una gaviota, no es eso... Soy una actriz".
Iacobelli y Belova construyen un paralelo entre el personaje de Chaika y Arcadina, el que produce tensión entre la realidad y la ficción; el personaje y la actriz. Su deseo de continuar y su dificultad física y mental de lograrlo. Es así como, la pérdida de memoria no le permite a Chaika continuar la rutina de su actuación, ya que la pone en lugar obscuro lleno de vacíos, por lo que debe buscar un nuevo camino. Lo que la desespera, enfrentándola con sus angustias y frustraciones. Por otro lado, su recorrido en el papel de Arcadina se mezcla con su trayecto personal. Es su lucha vital entre abandonarse o continuar, el destino de su gaviota.
Tita Iacobelli reflexiona: “Se genera un vacío cuando se pierde la conexión con el mundo y el sentido de continuar. Buscamos tomar la caída como oportunidad de creación”.
Chaika debe interpretar a Arcadina pero desea ser Nina, un deseo absurdo porque ya no le corresponde interpretar el papel de una joven, pero es quizás la única manera de despedirse del teatro para encontrarlo de modo diferente.
De esta forma, Chaika, con humor e ironía, permite analizar la trayectoria de la vida de alguien que ha estructurado su pertenencia desde el reconocimiento artístico. Permitiendo al público identificarse con la incomodidad del sinsentido que ella porta, y visibilizar la problemática de abandono en la vejez que merece reflexión sobre qué sociedad queremos construir. “Esta obra alude a una situación que cualquier persona experimenta en su vida, a avanzar y darse fuerza... encontrar sentido”, comenta Natacha. “Nuestro personaje ahora también está en un punto de su vida en que se cae o continúa”.
La marioneta: médium de corriente subterránea
Tomar una marioneta es una simbiosis entre el personaje y la actriz. En Chaika hay conexión entre ambas, y se busca explorar esta intimidad creativa.
Natacha Belova, quien es reconocida en todo el mundo por su trabajo en torno a las marionetas, construyó una marioneta a partir de un molde del rostro de Tita. La manipulación de la actriz a la otra actriz abre un universo de lecturas de dualidad, vejez, juventud, muerte vida, realidad, ficción, durante toda la obra.
Sobre Tita Iacobelli
Actriz directora de la Universidad Finis Terrae. Trabaja desde 2005 en la compañía de teatro y marionetas Viajeinmóvil, junto al destacado director Jaime Lorca. Ha desarrollado un lenguaje particular desde su búsqueda vocal actoral y visual, desempeñándose como actriz, marionetista y directora. Con obras como Gulliver, el Último Heredero y Otelo, ha viajado por Chile, Francia, España, Bélgica, Brasil, Hungría, Argentina, Portugal, Bolivia y México, perfeccionando las técnicas de animación de objetos y marionetas, con maestros de Brasil, Reino Unido y Argentina, así como las técnicas de voz y actuación en India. También ha impartido talleres en Chile, Francia e India y el primer curso de Máscaras y Marionetas en la U. Finis Terrae. Su estrecha relación con la música la ha llevado a dirigir la puesta en escena de conciertos teatralizados con el Pequeño Municipal, con la banda Congreso y la compañía de teatro y música para la primera infancia, Teatro de Ocasión.
Sobre Natacha Belova
Nacida en Rusia; y profesora en historia, finalmente deviene como artista autodidacta. Por definición es una artista visual, diseñadora de escenografía, marionetas y vestuario. Ha enseñado su técnica de creación de marionetas y objetos en más de 10 países colaborando en los procesos creativos de compañías y de actores independientes. Vive y trabaja en Bruselas desde 1995, donde fue nominada 3 veces al Premio de La Crítica de Prensa Belga, recibiendo el galardón el 2010 en la especialidad de Creación Visual. Ha traducido literatura rusa al francés para realizaciones teatrales, y trabajado para diferentes teatros y universidades de Europa y América Latina como, Teatro Nacional de Bélgica (Bruselas), Theatre La Coline de Francia (Paris), Dos a Deux de Brasil (Rio de Janeiro), Viajeinmóvil de Chile (Santiago), Teatro Point Zero y The Royal Theatre de Bélgica (Bruselas,) entre otros. En cine, ha trabajado para los rodajes La Monique de Joseph (2007) de Damien Chemin; “L.A.” (2000) de Vladimir Kartachov; “Before We Go”, de Jorge León. Además, ha impartido talleres en la Escuela Superior Internacional de Marionetas de Charleville Mézieres en Francia y en el Teatro Nacional de Portugal. El 2017 dirigió Passaggeri, último espectáculo de la Compañía Barca dei Matti, estrenado en Portugal (Fafe) e Italia (Milano).
Chaika se estrenará el 23 y 24 de junio en el marco del festival “La Rebelión de los Muñecos” en el Anfiteatro Bellas Artes. Las siguientes funciones serán en el Teatro Municipal de Cultura de San Joaquín, los días 3 y 4 de agosto. La temporada continuará los días 11, 12, 17, 18, 19 de agosto en el Anfiteatro Bellas Artes.
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