• Una cesta de madera, una piecera andina, joyería en mosaico y aves de madera son algunos de las creaciones que cumplieron con los parámetros de excelencia, autenticidad, innovación, sustentabilidad y potencial comercializable.

El Comité Nacional de Artesanía, compuesto por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), el programa de Artesanía de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la oficina UNESCO en Santiago, seleccionó 10 piezas que este martes recibieron de manos del Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, el Sello de Excelencia a la Artesanía 2017.

En la ceremonia realizada en el Centro Gabriela Mistral, GAM, el Ministro de Cultura, Ernesto Ottone, comentó que "el Sello de Excelencia a la Artesanía distingue las mejores obras de esta disciplina y a sus creadores, pero además, logra que circulen y se posicionen de manera sustentable en mercados extranjeros a través del reconocimiento internacional. Nos enorgullece contar con 121 piezas destacadas, de las cuales 36 han ganado la distinción de Unesco, dando cuenta de un trabajo articulado con un sector que se constituye como una de las áreas creativas más numerosas y estratégicas en cuanto a su valor patrimonial y desarrollo económico".

En total, este año se recibieron 150 piezas provenientes de todas las regiones del país, lo que demuestra el éxito del programa de excelencia en el ámbito de la artesanía a nivel nacional. En esta versión se destaca la variedad de disciplinas premiadas, donde se incluyen plata, madera, greda, tejido y mosaico.

LOS DISTINGUIDOS

El artesano en madera de la localidad de Villarrica, Evaristo Ruíz, postuló con “Entre volcanes”,obra que pone en valor la nobleza de la madera como materia prima, que hace referencia a su territorio y que, a su vez, logra transmitir la historia de su creador, tanto en el manejo de la técnica como en la autenticidad de su propuesta, transformando y materializando el oficio en cada una de sus vetas.

Gladys Huanca, artesana en tejido tradicional de la Región de Arica y Parinacota presentó la “Piecera andina”, pieza que rescata los tejidos del mundo andino que han trascendido por generaciones, reinterpretando su propia historia, evolucionando en las mixturas y colores que evocan el altiplano chileno.

El artesano originario de la localidad de Temuco, Manuel Martínez, fue seleccionado con “Lafkenche”, obra que despliega las funciones utilitarias así como el oficio de la orfebrería, rescatando las costumbres alimentarias del sector y reinventándolas. La obra asocia la conjunción de este pueblo con su propia naturaleza, reflejada en el metal e inspirada en la luna, con sus procesos e intervenciones terrenales.

El artesano de Las Condes, Carlos Escobar, destacó por “Candado chilote”, pieza de madera con un ingenioso sistema de combinaciones que permite asegurar las puertas, rescatando la confección tradicional, pero innovando en su propuesta estética y funcional.

El artesano originario de la localidad de Quilpué, Edgardo Vergara, fue seleccionado por su pieza “Mosaico”, inspirada en las antiguas construcciones de Valparaíso. El autor propone por medio del uso de materiales nacionales como la plata y la piedra combarbalita, una pieza de joyería contemporánea, poniendo en valor su diversidad cromática y logrando un manejo profundo en la técnica, al recrear los mosaicos del puerto.

Desde la Región Metropolitana, Milton Lienlaf destacó por su obra “Copihue”, en la que se reconoce la excelencia en el manejo del oficio artesanal en la cestería en boqui, a la vez que se valora la gran expresividad lograda en el ramo. La autenticidad, en tanto, se ve reflejada en la acertada combinación de materiales, técnicas y objeto representado, reconociendo, por otro lado, la innovación en la propuesta de un objeto que, además de plantear un desafío técnico, representa una flor con gran significado cultural.

Roberto Hernández, también de la RM, quedó seleccionado con su “Bandola Citadina”, inspirada en la tradicional bandola Aymara. El autor propone una versión “citadina” de este tradicional instrumento, por medio del uso de maderas nobles tales como el nogal, arce y ébano, apropiándose de excelente manera de la técnica para la confección, mixtura de las materias primas y el uso contemporáneo del instrumento.

La artesana de Quinchamalí, Mónica Venegas, destacó por su “Mujer Alfarera”, pieza que moldea la relevancia femenina dentro de la tradición artesanal, incorporando en el concepto el legado colectivo de todas las mujeres alfareras que silenciosamente realizan objetos tradicionales y que han construido un imaginario social.

El artesano Marco Paillamilla, de la Región de La Araucanía, fue seleccionado con “Newen Antu”, obra que ilustra la ceremonia de agradecimiento diario del pueblo mapuche a sus dioses, la gratitud a la naturaleza y la armonía con su cosmovisión.

En Coyhaique, Región de Aysén, el artesano Rodrigo Lizama fue seleccionado por “Aves, desde el sur”. La pasión del autor por rescatar y poner en valor la biodiversidad e identidad de su zona la materializa por medio de la creación de este conjunto de aves nativas representando al chercán, la golondrina y el chucao, expresando en líneas simples y con un uso estratégico de la veta de la madera al servicio de su obra, conformando una síntesis de gran belleza y calidad.

Los seleccionados obtendrán un certificado de promoción oficial que avala la calidad y autenticidad del producto. Además, pasan automáticamente a ser postulados al Reconocimiento de Excelencia Unesco para las artesanías de los países del Mercosur, distinción internacional organizada cada dos años.

Fuente: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes