Con una gran exposición, “La memoria en nuestras manos”, la Unión Nacional de Artesanas y Artesanos de Chile (UNAR), y el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, mostrarán al público una selección de obras creadas en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de estado. La exposición, que abre a público el 9 de septiembre en el Museo de Artes Decorativas -avenida Recoleta 683, Santiago-, se extenderá durante un mes. El sábado 9 de septiembre, a partir de las 11.00 am se llevará a cabo un conversatorio y la proyección de un documental realizado por Claudio Martínez sobre las distintas etapas de esta iniciativa. La ceremonia de inauguración propiamente tal comenzará a las 12.30 horas. Con este encuentro concluirá el ciclo de actividades conmemorativas conjuntas que iniciaron a comienzos de año y que convocaron a numerosas personas en torno a la realización de significativos talleres, exposiciones, mediaciones, obras de teatro y conversatorios en el norte, sur y centro del país. Las primeras etapas de este ciclo se llevaron a cabo en centros culturales de Caldera y Copiapó, luego en Temuco, Valparaíso, Cerrillos y ahora en Santiago.  Esta gran muestra de cierre incluye más de noventa piezas únicas creadas por artesanas y artesanos a lo largo del país para este evento, y algunas de estas obras fueron realizadas durante los talleres comunitarios y mediaciones efectuados en el marco del proyecto.   Sorprende la variedad y la sensibilidad de las obras expuestas en “Artesanía a 50 años del golpe. La memoria en nuestras manos”, que congrega piezas realizadas por artesanas y artesanos de todo el país, convocados a esta exposición que conmemora un acontecimiento que marcó el siglo XX en Chile. Entre las obras inolvidables, destaca una emotiva “maleta del exilio” tejida en la fina y tradicional técnica de la cestería en pita o ñocha, realizada por la artesana de Padre Las Casas, Eugenia Martínez. “Es una técnica tradicional mapuche, pero se practica también más al sur, e incluso en toda Latinoamérica”, explica ella. Su obra alude a una pequeña maleta con la cual ella debió salir arrancando de su tierra, cuando aún era adolescente, y en la cual, con el tiempo, fue guardando las cartas para su familia, que no se atrevió a mandar.   La orfebrería también tiene su lugar, y Johana Castro, de Huasco, sobresale con un bello collar efectuado con cuentas realizadas a partir de hojas de libros prensados, y al centro un corazón que parece piedra (en papel), con espinas de plata. Lo hizo en homenaje al familiar desaparecido de una gran amiga suya, obra que se llama “Tu dolor clandestino”.   Arpilleras y otras obras textiles, esculturas tradicionales y alfarería mapuche, piezas en madera, cobre, piedra, cerámica y los más diversos materiales, componen esta muestra que fue creciendo a medida que se fue acercando a la zona central, la última etapa de este proyecto. Una experiencia en la cual el arte y la artesanía se integran, como caras de una misma moneda, para plasmar realidades dolorosas a través de una belleza inefable.   Cada disciplina tiene su propio lenguaje, y hoy las artesanas y los artesanos de Chile recurren al suyo y a sus vivencias para mostrar al público cómo se manifiesta en sus obras este suceso que marcó a nuestro país: el golpe de estado de 1973. “Ciertamente, el 11 de septiembre de 2023 se cumplirá medio siglo del acontecimiento político, histórico y social más importante ocurrido en Chile durante la segunda mitad del siglo XX. Nuestro objetivo hoy es abordar estos hechos desde una perspectiva histórica y cultural, en talleres y exposiciones. Para los artesanas y artesanos de nuestro país, el proceso de creación de sus obras ha constituido un medio de expresión, una fuente de recursos, a la vez que un espacio de sanación”, manifiesta Catalina González Torrejón, presidenta de UNAR y orfebre que vive y trabaja en Caldera.   La artesanía, a lo largo de la historia de la humanidad, ha desempeñado un rol fundamental en la divulgación, testimonio y registro de los diferentes sucesos relevantes ocurridos, ya sean alegres o trágicos. Las manifestaciones de la artesanía de la época referida en nuestro país no fueron la excepción, y se erigieron como una contundente propuesta contracultural ante el discurso oficial impuesto, desarrollando identidad incluso desde los espacios más marginados de la sociedad chilena. Justamente, es el momento de dar a conocer sus aportes, sus nombres, sus obras, sus vivencias, sus trayectorias y mucho más. “Se sabe bastante bien lo que hicieron durante este período miembros de otras disciplinas artísticas, como pintores, escritores, escultores o músicos, pero no ha sido suficientemente visibilizado el rol de los artesanos”, reafirma Catalina González.  Asimismo, subraya que es muy importante para ellos transmitir estos oficios a nuevas generaciones, porque estas manos creadoras son portadoras de una memoria fundamental de su pueblo.   El proyecto “Artesanía a 50 años del golpe: La memoria en nuestras manos”, que está llevando a cabo UNAR, en colaboración con el Ministerio de las Culturas, persigue entonces profundizar en las formas en que este suceso histórico se plasmó en la vida y obra de diversos artesanos y artesanas; y compartir con el público piezas únicas, de cuidada manufactura, delicada estética y sensible contenido.   El programa general de actividades se desarrolló en tres etapas, en diferentes zonas geográficas de nuestro país: Norte (Copiapó y Caldera, abril/mayo), Sur (Temuco, en junio/julio) y Centro (agosto/septiembre/octubre). Más información en www.unar.cl