Artistas: Kader Attia (Francia), Natalia Babarovic (Chile), Paula Baeza Pailamilla (Chile), Jota Castro (Perú/Francia), Patricia Domínguez (Chile), Paz Errázuriz (Chile), Darío Escobar (Guatemala), Carlos Garaicoa (Cuba), Nury González (Chile), Patrick Hamilton (Chile), Pedro Lemebel (Chile), Cinthia Marcelle & Tiago Mata Machado (Brasil), Teresa Margolles (México), Eugenio Merino (España), Sebastián Preece (Chile), Pilar Quinteros (Chile), Santiago Sierra (España), Jorge Tacla (Chile), Eugenio Téllez (Chile).
El museo está abierto de martes a domingo, entre 10.00 y 18.00 horas. Para visitar el MAVI, hay que escoger un día para ir e inscribirse completando el formulario de mavi.cl/visitanos. La iniciativa cuenta con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de su Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras.
Organizada por la agencia González y González, la exposición está dedicada a la memoria del crítico de arte Guillermo Machuca (1961-2020), quien fuera cómplice y un estrecho colaborador del proyecto y espacio de exhibición González y González (2010-2014) durante sus años de vida en el centro de Santiago. Por su humor, inteligencia y amistad.
La exhibición The Way Things Go (Así van las cosas) alude al video del mismo nombre de los artistas suizos Peter Fischli (1952) y David Weiss (1946 – 2012) que, desde su estreno en 1987, no ha hecho más que concitar elogios en virtud de la explosiva combinación de rigor conceptual, ironía y absurdo, elementos caracterizan no sólo el conjunto del trabajo de esta dupla, sino también gran parte de la creación en el arte contemporáneo.
El video registra una reacción en cadena que sucede entre diversos objetos cotidianos tales como sillas, escaleras, neumáticos, globos, petardos, mesas, etcétera, y que se desarrolla en un continuo de 30 minutos, gracias a la utilización de la fuerza de gravedad, el agua y el fuego para provocar todo tipo de fenómenos físicos y diversas reacciones químicas, movimientos en cadena, trayectos y equilibrios precarios.
La puesta en escena de estos objetos supone un fino trabajo de “relojería” en el que los “acontecimientos” forzados se suceden uno tras otro como una perfecta coreografía. La obra hipnotiza inmediatamente la mirada, gracias a la tensión y el asombro que produce la secuencia. Pero más allá de la seducción que ocasiona el “ingenio” de los fenómenos visuales provocados, la obra conlleva una profunda reflexión en torno a los conceptos de inestabilidad y precariedad; sobre la crisis de la idea de progreso, las relaciones entre causa y efecto, así como del curso arbitrario de los acontecimientos históricos, que son, a su vez, los hilos conductores de la propuesta curatorial de esta muestra.