Por Francisca Jiménez.
Hace un par de años conocí en Talca a María Victoria Carvajal, restauradora, quien en esa época había confeccionado las arpilleras para la película 'Violeta se fue a los cielos' (2011), de Andrés Wood. Ambas estábamos invitadas a un seminario organizado por el Área de Artesanía del Consejo de la Cultura, al que acudieron varias agrupaciones de bordadoras del país, entre ellas dos representantes del Taller Pawllu, del cual Victoria es la directora.
La semana pasada tuve la suerte de conocer las instalaciones del Taller Pawllu ubicadas en Estación Central, un centro con cerca de 21 años de experiencia, especializado en el estudio y la preservación de las tradiciones textiles, principalmente de origen andino. Al entrar a la casa de fachada continua pintada de un amarillo intenso pude ver varias habitaciones con mujeres de distintas edades afanadas en sus bordados y en las terminaciones de doce arpilleras de gran formato.
Quedaban pocos días para la entrega de las obras que debían partir rumbo a Coquimbo, primera parada de la exposición 'Las Estaciones de la Violeta'. Se trata de una obra visual y literaria constituida por piezas bordadas que rinden homenaje a una de las artistas populares más importantes de Chile. Para los trabajos de este proyecto Fondart 2016 se usaron lana, seda y algodón. Lejos lo que más me llamó la atención de la visita a este taller fue la dedicación, la alegría y el fino trabajo de un grupo de mujeres que pacientemente, con agujas y lanas, daban vida a estas coloridas obras en gran formato inspiradas en Violeta Parra. María Victoria me llevó a conocer las habitaciones donde se encontraban diferentes grupos de bordadoras.
Uno de ellos, el más numeroso, lo hacía entonando alegres canciones con tal júbilo e inspiración que uno realmente se llegaba a contagiar con el gozo ajeno. Al mostrarme una de las obras, bordadas con todo tipo de detalles, María Victoria finaliza: 'Todo lo que se ve acá está relacionado con la fertilidad. A pesar de que ella fue una mujer que sufrió mucho, fue tan creativa que es a eso a lo que nosotras cantamos: a rescatar los momentos felices de su vida. La Violeta fue muy libre para trabajar y su obra estuvo también muy determinada por sus precariedades y con los elementos que tenía a la mano como arpillera y lana'.
Publicado en: Revista MásDeco - La Tercera