El Ministerio de Cultura, declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la obra artística de Joaquín López Antay, emblemático artista popular y retablista nacido en la ciudad de Ayacucho.
Esto se hizo en reconocimiento a su significativa trayectoria artística y la trascendencia de su obra, la que ha destacado por su riqueza visual y estética, además por haber expandido la capacidad de la sociedad para apreciar la belleza del arte en todas sus formas y estilos.
Se consideró que contribuyó de manera funcional en la valoración del arte tradicional como pilar constitutivo de la memoria histórica y la identidad del pueblo ayacuchano y peruano.
Joaquín López Antay nació el 23 de agosto de 1897 en la ciudad de Ayacucho. Tenía 15 años cuando dejó la escuela y fue llamado al taller de su abuela Manuela Momediano para aprender el oficio de la imaginería del llamado cajón Sanmarcos, objeto mágico religioso muy importante para los ganaderos.
Su público consumidor eran personas del campo como arrieros, campesinos y ganaderos, no solo de Ayacucho sino también de regiones aledañas como Huancavelica, Arequipa y Apurímac.
Joaquín López Antay trabajó arduamente en la confección de los cajones Sanmarcos, también llamados misa, missamastay. Estos cajones son parte de la religiosidad popular campesina.
Constituyen pequeños altares portátiles con figuras de santos asociados a la prosperidad del ganado y a la protección de sus poseedores.
Por ello, los Sanmarcos eran también portados por los arrieros que, en sus largas rutas con recuas de mulas, transportaban mercadería y hacían comercio entre las ciudades de los andes y de la costa.