Fotografía documental sobre el circo chileno y una revisión histórica de las ciudades sudamericanas del Siglo VXI, es parte de la propuesta que se podrá disfrutar en el centenario edificio.

Ambos proyectos, son ganadores del proceso de convocatoria de artes visuales y fotografía, que cada año desarrolla dicho centro cultural en todo el país.

 Unos se van, otros llegan. A contar del viernes 19 de agosto, dos proyectos arribarán a las salas Bicentenario y Joaquín Edwards Bello del Centro Cultural Estación Mapocho. Se trata de “Circo”, de Cristián Ochoa y Matías Poblete; y “El Capítulo de las Ciudades y Villas de este Reino”, de la artista Jimena Tapia.

Ambas exposiciones, son proyectos ganadores del proceso de convocatoria de artes visuales y fotografía efectuado por la entidad cultural durante el segundo semestre del 2015. Luego de su fecha de lanzamiento, podrán ser visitados por el público general de martes a domingo, desde las 11:00 hasta 20:00 horas. Su entrada es liberada.

“Circo”

Tanto Cristián Ochoa como Matías Poblete – ambos fotógrafos - buscan algo similar: desnudar las emociones más intensas del circo chileno. Una forma de arte arraigada en lo más profundo de las tradiciones criollas del país, pero que pocas veces nos detenemos a observar.

Así, la propuesta consiste en dos proyectos que trabajan por separado. Cristián Ochoa llega con “El Show debe Continuar”, un retrato documental de un circo transformista instalado en la ciudad de Antofagasta. El amor al arte en su más puro espíritu, más allá del dinero.

Matías Poblete, en tanto, se dedicó a rescatar la historia de las principales familias circenses en el país, armado sólo con el lente de su cámara. El valor patrimonial de un espectáculo llevado a su máxima expresión con una sensibilidad que impacta.

“El Capítulo de las Ciudades y Villas de este Reino”

Son 38 cuadros realizados en pintura acrílica sobre madera, con los que la artista Jimena Tapia Peña, intenta rescatar la visión del cronista indígena Felipe Guamán Poma de Ayala, quien en pleno siglo XVI – en su libro “Nueva Crónica y el Buen Gobierno” – representó en imágenes las principales ciudades del continente de la época.

Inspirada por aquello, “El Capítulo de las Ciudades y las Villas de este Reino”, traspasa los dibujos a un patrón binario compuesto por puntos negros y blancos sobre madera. El proceso que le sigue es tan asombroso como complejo. Cada punto es marcado con un clavo formando la figura escogida dejando un pequeño surco. Luego se le cubre con pintura metálica de colores tierra, dorado y bronce.

El resultado: una alusión directa a la esperanza de riqueza prometida a miles de personas que arribaron al continente desde Europa. Excusa perfecta del dominio español durante la llamada etapa de conquista en Sudamérica y el desarrollo de las ciudades.

Fuente: Centro Cultural Estación Mapocho