Codice Bonola. Dibujos italianos de los siglos XVI y XVII. Colección MNBA exhibe más de cien dibujos pertenecientes a la colección compilada por el pintor y coleccionista Giorgio Bonola (1657-1700), y que forman parte del acervo de la institución desde 1956. Curada por Marianne Wacquez y Natalia Keller, la muestra se presenta en la Sala Norte del primer piso entre el 22 de junio y el 21 de agosto de 2016.
Corría la segunda mitad del siglo XVII, y el pintor y coleccionista Giorgio Bonola di Corconio (1657-1700) dedicaba sus días a reunir y comentar de puño y letra la obra de artistas italianos anteriores y contemporáneos a él, completando la información con sus propias reflexiones sobre las vinculaciones entre los diferentes estilos y escuelas. Construía, de esta forma, una valiosa genealogía artística, que hace que el valor de la colección que presenta el Museo Nacional de Bellas Artes desde el 22 de junio sea doble.
El conjunto de dibujos y anotaciones al que pertenecen las hojas que custodia el Museo Nacional de Bellas Artes ha recibido el nombre de Codice Bonola, en homenaje a su compilador, y se compone de otras dos partes: una cantidad similar de folios que se encuentra en el Museo Nacional de Varsovia (Polonia), y un tercer grupo disperso en distintos museos y colecciones de Europa. La “parte chilena” se compone de dibujos realizados en soporte papel con diferentes medios, como carboncillo, sanguina, lápiz, tinta, acuarela y óleo, y algunos de los autores de sus dibujos son: Giorgio Vasari, Guido Reni, Andrea Sacchi, Luigi Pellegrino Scaramuccia, Carlo Maratti, Domenico Maria Canuti y el mismo Giorgio Bonola. También hay dibujos que se atribuyen a las escuelas lombarda, romana, florentina, sienesa, boloñesa y nórdica.
De acuerdo a las curadoras de la exposición, Marianne Wacquez y Natalia Keller, “en el Codice Bonola encontramos casi todos los tipos de dibujos populares entre los artistas renacentistas y barrocos: dibujos esquemáticos de composiciones; estudios de figuras en distintas posiciones y de partes de cuerpos; dibujos preparatorios que compilan estudios de múltiples personajes; escenas que servían como modelos para pinturas, grabados o piezas decorativas de carácter efímero; estudios de la escultura antigua, animales y paisajes; además de un dibujo arquitectónico y figuras caricaturescas; finalmente, algunos de los dibujos funcionaron también como obras en sí mismas”.
Fuente: Museo Nacional de Bellas Artes