Durante el mes de enero, y desde hace varias décadas, la ciudad de Cosquín, enclavada en el Valle de Punilla de la provincia argentina de Córdoba, recibe a los artistas populares nacionales y latinoamericanos. La música, la danza, la poesía, el cine y la artesanía son el motivo para el encuentro y la asistencia de miles de visitantes que, en cada edición, se congregan en los diferentes escenarios que se montan en las calles, plazas y peñas.
En esta ciudad se realiza una de las ferias de artesanías y arte popular más antiguas y tradicionales de Argentina que lleva el nombre del destacado investigador de las ciencias folklóricas del país: Augusto Raúl Cortazar. Este año, la feria celebra medio siglo de existencia. Es hija del Festival Nacional del Folklore, que va por su edición número 56, considerado uno de los más importantes de América.
A lo largo de dos semanas, 150 artesanos provenientes de los diversos lugares de la extensa geografía argentina y de otras partes de América se hacen presentes para exhibir y vender piezas auténticas, de gran calidad. Es la oportunidad para tomar contacto con el público y hacer demostraciones en vivo de los oficios. En la plaza San Martín se monta la feria, allí hay una carpa especial destinada a las expresiones culturales y oficios tradicionales de los pueblos originarios. Representantes de las comunidades qom, wichí, moqoit, mapuche, diaguita calchaquí, entre otras, comparten su forma de vida y de trabajo a través de sus artesanías.
“La feria es un lugar de encuentro con colegas, amigos y con los clientes que vuelven cada año”, destaca el lutier Jorge Espinosa, quien desde el año 2000 participa en este evento. Cuenta que asistir a la feria fue determinante para afincarse definitivamente en este sitio. “Me vine a vivir a Cosquín a raíz de la feria. Aquí hice grandes amigos y me aquerencié”. Para esta edición, el artesano realizó 12 charangos de distintas medidas y tamaños. Además, junto a dos colegas lleva adelante una escuela de oficios donde enseñan luteria. Inclusive se formó una cooperativa con los alumnos de la escuela y ellos también se presentan en la feria. Para Jorge es importante la transmisión y la generosidad como maestro. “Cada uno tiene su mano, por qué no enseñar lo que uno sabe y después cada uno hará su propio camino”.
Este año, durante el acto inaugural, se reconoció a los artesanos de mayor antigüedad y continuidad en la Feria: Ovidio Vivas, tallador de Santa Fe; Enriqueta Gastelumendi, talladora de Tierra del Fuego; la tejedora Aldacira Flores de Andrada -fallecida hace tres años- asistió durante 40 años consecutivos; Oscar Mendoza lleva 42 años participando; Mario Mendoza, Mario Paz y Luis Serrano con más de 30 años de asistencia.
La feria comenzó el 16 de enero y finaliza el 31, mientras que el festival de folklore arrancó una semana después, el 23, y concluye el mismo día de la feria. Por más información visitar http://aquicosquin.org/