La bienal de artesanía Révélations reúne 6 mil creadores del mundo. Lidera la comitiva local Juan Carlos Orellana, maestro del cobre.
LA TERCERA- POR DENISSE ESPINOZA
Siempre ha sido vista como una disciplina de segundo orden, sin embargo en los tiempos que corren, cuando los límites del arte contemporáneo se hacen cada vez más difusos, la artesanía ha reconquistado su espacio. La señal de la revaloración proviene de París, la misma ciudad que en 1964 acogiera las arpilleras y tapices de la cantautora Violeta Parra en uno de los pabellones del Museo del Louvre, hoy vuelve a abrirse a las artes más populares a través de Révélations: la Bienal Internacional de Artesanía y Creación que entre el 9 y 13 de septiembre reunirá a más de 6 mil creadores de todo el mundo en el Grand Palais de París.
Esta es la segunda versión del evento, que en 2014 convocó a 33 mil visitantes y que este año creció en espacio y participantes de países tan variados como Dinamarca, Corea del Sur, Finlandia, Noruega, República Checa, Senegal, Túnez y Chile. La comitiva local está compuesta por 10 creadores locales, quienes exhibirán 21 piezas bajo la muestra Microcosmos del Pacífico. La curatoría estuvo a cargo de la directora del Museo de Arte Popular (MAPA), Nury González y la cordinadora del área de Artesanía del Consejo de la Cultura, Barbara Velasco, quien además dará una charla durante el evento.
“El universo para escoger fueron las obras que en estos ocho años han recibido el Sello de Excelencia a la artesanía local que entrega la Unesco y el Consejo de la Cultura. De ellas hemos elegido las más innovadoras, creativas y que están ligadas a un imaginario local”, dice Nury González. “Lo busca este evento es dignificar la labor del artesano dándole valor agregado y acercándolo al arte. La idea es exhibir obras originales, pero que no hayan perdido la tradición dela técnicas locales”, agrega la curadora. Un lugar destacado, entre los participantes chilenos, ocupa el artesano Juan Carlos Orellana (56), maestro del cobre quien obtuvo en dos oportunidades el Sello de Excelencia y quien viaja a París a exhibir seis de sus creaciones.
Hace una década atrás, Orellana se dedicaba a trabajar el cobre de manera tradicional y utilitaria, fabricando ollas, cántaros, teteras, pailas, campanas y braseritos; pero un día, un descubrimiento cerca del río Cauquenes lo hizo dar un giro en su trabajo. “En el río vi zambullirse un pato cortacorrientes y me llamó la atención porque esos patos se ven más en la cordillera, también me fijé que el agua tenía un color raro, contaminado. Años después me invitaron a participar del Sello de Excelencia y me acordé de ese momento. Entonces creé una tetera con forma de pato cortacorrientes, le agregué un cacho de buey y oxidé el cobre para darle una tonalidad verde, que simboliza la contaminación”, cuenta el artesano. La pieza le dio su primer premio y allanó el camino para otros trabajos creativos. “Me di cuenta que podía hacer algo más que un objeto comercial y al mismo tiempo trabajarlo transmitiendo un mensaje ecológico”, dice Orellana. Sus obras de ahora están inspiradas en células y microorganismos, uniendo el mundo natural con el universo espacial. “Espero que mi trabajo sea reconocido dentro de la artesanía contemporánea y poder encontrar nuevos nichos de comercialización. Al mismo tiempo me gustaría rescatar los objetos tradicionales y que esa cultura no se pierda. Quiero formar talleres para seguir formando artesanos, porque quedan pocos”, resume.
Además de Orellana, al encuentro van piezas de los artesanos Carlos Reyes de la Región de los Ríos; Victor Ruiz de la Región de la Araucanía y Claudia Betancourt, Ricardo Pulgar, Valeria Martínez y Liliana Ojeda de la Región Metropolitana. También se suman las obras de los artistas Lise Moller, Ruth Krauskopf y Andres Vio.