Hace unos meses las distintas organizaciones de Comercio Justo en Chile decidieron unir fuerzas y así “tener más incidencia en obtener financiamiento para educar y generar campañas de sensibilización sobre qué es el comercio justo” como señala Lorena Vergara, directora de Pueblos del Sur y Vice presidente de WFTO-LA. Por ejemplo, como plataforma se consiguió financiamiento a través de Prochile para estar presentes en la Feria de Milán de Comercio Justo, actividad parte de la Semana Mundial de Comercio Justo que en esta ocasión se realizó en la ciudad italiana.
Josefina Berliner, directora ejecutiva de Fundación Artesanías de Chile, señala que “la certificación internacional y ser parte de un movimiento mundial es un gran apoyo para los artesanos chilenos. Como institución esperamos aprender de otras organizaciones las experiencias que han desarrollado en el mercado internacional y esperamos tomar este aprendizaje para aplicarlo a nuestra fundación en beneficio a muchos artesanos y artesanas”.
A continuación la experiencia de diversas instituciones parte del trabajo para que esta plataforma vaya concretándose en acciones e integración:
Natalia Vásquez, socia y tesorera de Manos del Biobío, agrupación de 22 miembros de artesanos, la mayoría de Concepción. En la semana de CJ, uno de los productos de sus artesanos, Esteban Sánchez ganó el premio Mohammed Islam Design Award de la Semana de Comercio Justo, en la categoría de Mejor Producto Hecho con Material Reciclado: un anillo de cobre y picoyo con la figura de la araucaria en él. Esteban, quien está hace dos años en Manos del Biobío, vive en Tomé y está por titularse de la carrera de antropología en la Universidad de Concepción, es orfebre y trabaja junto a su pareja en un taller independiente, todas sus creaciones tienen picoyo, madera petrificada de la araucaria.
Clorindo Retamal Bravo, es secretario de la Sociedad Vitivinícola Sagrada Familia que agrupa a 22 socios de la comuna de Sagrada Familia, Curicó, Región del Maule. Legalmente firmada desde 1997 cuando empezaron a exportar a Oxfam, situación que se mantiene hasta hoy. “La mayoría somos productores que venimos de la Reforma Agraria, cada socio tiene entre 2 a 7 hectáreas de vid, en total hacemos 100 hc y producimos 1,200 millón de kilos al año”. Trabajan con la agricultura familiar campesina y Oxfam les da un premio en dinero por su producción, lo cual genera un fondo social para los socios y sus familias y para los trabajadores y sus familias, “gracias a eso tenemos 25 profesionales, hijos de campesinos” comenta orgulloso.
Bernardo Luck de Beas y Tapia señala que “desde que estoy en WFTO siento sus beneficios, como cerrar negocio, por ejemplo con la organización Puente de Alemania, el primer pedido es de 5000USD, mayormente de palos de agua que producen dos familias de La Serena, quienes también trabajan con mas personas que participan en el producto final. El estar en Milán ha sido positivo por las charlas en las que hemos participado, conocer gente de todo el mundo que están en Comercio Justo, de conversar cara a cara y no por mail”.
María Angelica Pérez Pilquiman, es una de las textileras fundadoras de la Relmu Witral, organización de mujeres textileras mapuche de la Región de la Araucanía que fue creada por la necesidad de vender textiles ya que era muy duro hacerlo tocando puertas o “callejeando”, además de tener que venderlos a muy bajos precios. Gracias a los jesuitas, a la Municipalidad de Tirúa, en especial a su encargada de la oficina de la Mujer, Miriam Espinoza (que hoy es parte de la organización) y la ONG Semuri, quienes trabajaban con mujeres de extrema pobreza, empezaron a trabajar 5 grupos de diversas comunidades de Tirúa, quienes sumaban 45 artesanas textileras; el día de hoy son 120 textileras pertenecientes a 22 grupos de diversas comunidades de Tirúa. “Ser de Comercio Justo nos ha dado dignidad a las mujeres, a que nuestra cultura sea rescatada, que la gente se sienta parte de ella, tener un trabajo digno y mejorar el ingreso del hogar”. La acompañó Juan Fuenzalida, sacerdote asesor de la Relmu señala que “Estar en Italia ha sido un muy buena experiencia para conocer el movimiento de WFTO y sobre todo conocer a los compañeros de Latinoamérica y de Chile. En el futuro próximo la idea es seguir en Tirúa, ayudar en lo que necesite la comunidad”.
Susana Ortíz, directora ejecutiva de Fundación Chol Chol, entidad fundada en 1971 y que en los últimos 22 años han trabajado con mujeres campesinas de la asociación indígena Wallontu Witral (“alrededor del telar”en mapudungun) y de la corporación cultural Rakizuam (“pensamiento”). “Principalmente somos un puente para que estas dos agrupaciones puedan llegar al mercado, manteniendo su estilo de vida y así las mujeres no rompan su vida diaria, que mantengan sus condiciones de vida. Estar en Milán es una experiencia muy importante, es poder aumentar las ventas”.
Zulma Brítez, encargada regional de WFTO-LA (Latinoamérica) “soy la primera interesada en que se forme y funcione la plataforma chilena de Comercio Justo para fortalecer el vínculo de los miembros del país y obtener mejor resultado en las accesiones conjuntas. A corto plazo esperamos concretar una red de tiendas de Comercio Justo en la región, donde las tiendas ya instaladas de sus miembros puedan ofrecer productos y difundir las mejores prácticas del Comercio Justo. Como WFTO-LA, el sistema de garantía es nuestro proyecto, el cual nos va a abrir al mercado europeo. También tenemos el de pueblos y ciudades de Comercio Justo, como ya lo son Costa Rica y Brasil. Además, el movimiento de Comercio Justo siempre trabaja por la difusión, es mas que una tendencia, en Europa y EE.UU por ejemplo, tiene incidencia política.”
Gerardo Wijnant, presente en Milán junto al grupo de la plataforma chilena de Comercio Justo trabaja como enlace de Prochile para generar mayor difusión en nuevos pequeños productores sobre los beneficios del Comercio Justo y su acreditación “dado el impacto social positivo que genera un trabajo como éste basado en criterios de sostenibilidad”.