La ministra de Cultura, Claudia Barattini, participó ayer lunes de un encuentro convocado por la Dirección Regional Metropolitana del CNCA, destinado a dialogar sobre los alcances de la Consulta Previa a los Pueblos Indígenas, con artistas, cultores, gestores culturales, académicos, profesionales y dirigentes sociales de las comunidades residentes en Santiago.
Durante el encuentro, desarrollado en el Centro Cultural GAM, la Secretaria de Estado señaló que “hay quienes han dicho que quizás el gran desencuentro entre el Estado de Chile y su institucionalidad con los pueblos originarios es ante que todo cultural, por lo que esta consulta es una gran oportunidad para que nos encontremos en un diálogo a través de la cultura”.
La Consulta Previa a los Pueblos Indígenas está destinada a recoger la visión de organizaciones y comunidades representantes, y con ellos procurar alcanzar un acuerdo acerca de las medidas propuestas en el proyecto de ley que crea el Ministerio de Cultura. Esta medida, resulta de la ratificación del Convenio 169, que obliga al país a consultar a los pueblos indígenas cada vez que se adopten medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarlos directamente.
El proceso, que iniciará sus primeros encuentros el domingo 28 de septiembre, con una reunión en el Centro Chimkowe de Peñalolén, es coordinado por el encargado de la Unidad de Pueblos Originarios del Consejo de la Cultura, José Ancán, que destacó que quienes lideran este diálogo en regiones son personas que provienen de las organizaciones indígenas. “Todos aceptamos el desafío porque creemos que hay una oportunidad. Esto es como una ventana que se abre en una pieza oscura y permite que entre un rayo de sol”, relevó.
Aportes diversos
Durante el encuentro desarrollado en el Centro GAM, algunos asistentes manifestaron aprensiones respecto a la consulta. El historiador Fernando Pairican explicó que “el movimiento indígena tiene todo el derecho a la duda, porque los gobiernos en verdad no se han portado como buenos vecinos. Sin embargo, creo que de todas maneras debe haber una posibilidad de diálogo”.
Por su parte, el fotógrafo Lincoyán Parada advirtió que “será un proceso complicado, porque hay que ponerse de acuerdo y conseguir que se generen las confianzas. Si se logra eso podrán hacerse cosas positivas. Si se pone la disyuntiva de que todo lo pasado no fue bueno, no se va a avanzar nada. Hay que ponerse de acuerdo y trabajar en conjunto, pensando en algo mejor”.
En la misma línea, la académica de la USACH y coordinadora de la Red por los Derechos Educativos y Lingüísticos de los Pueblos Indígenas de Chile, Elisa Loncon, aseguró que es positivo que los representantes de organizaciones y comunidades originarias tengan diversas opiniones sobre la consulta.
“Es bueno que hayan consensos y disensos, porque eso permite a la gente ponderar lo que está haciendo. En este caso, tenemos que aunarnos en un objetivo respondiendo esta pregunta: ¿estamos de acuerdo en una institucionalidad que dé espacios para las culturas de los pueblos indígenas? Si estamos de acuerdo, vamos y avancemos. Y el que no esté de acuerdo, que construya otro espacio, no necesitamos hegemonizar todo. Hemos estado en oposición, en resistencia, y no se ha acallado nuestra voz”, sostuvo Loncón.