En el cotidiano contexto de la ciudad y sus plazas públicas es posible encontrar espacios destinados a la colaboración cultural en torno a la lectura a través del intercambio de libros que son guardados en pequeños contenedores para uso común. De eso se trata el proyecto Biblioteca Libre, iniciativa creada por un grupo de jóvenes emprendedores, que propone la Liberación Masiva de Libros en diferentes zonas de la ciudad con la idea de formar una instancia de cercanía y de contacto gratuito y ameno con la literatura. Actualmente se han liberado más de diez mil libros y cerca de siete mil personas han participado de esta iniciativa. Conversamos con Carlos Mancilla, socio fundador del proyecto, quien nos contó sobre Bibliotecas Libres, su formación y el aporte para que en Chile se lea más.
¿Cómo se gesta el proyecto Biblioteca Libre?La Biblioteca Libre surge a partir de otra iniciativa que desarrollamos en junio del 2012, “Cátedras Libres”, que consiste en una comunidad de aprendizaje colaborativo, donde cualquier persona puede compartir sus conocimientos y aprender de otros, en forma gratuita y libre. A fines de ese año, empezamos a pedir en forma voluntaria que quien asistiera a clases pudiera llevar un libro usado para empezar a armar una biblioteca. Después de dos meses ya habíamos recolectado casi tres mil ejemplares, y pensamos cómo darles un buen uso, de una manera innovadora y potente. Es así como surgió esta idea "loca" de compartir los libros, reuniéndonos en algún lugar de la ciudad periódicamente en una Liberación Masiva de Libros, siendo la primera el domingo 28 de abril de 2013 en el Parque Forestal.
¿Cuál es el objetivo de la liberación masiva de libros?Las "liberaciones" buscan generar un espacio de colaboración y comunidad en torno a la lectura, donde se reúna la gente para compartir libros, experiencias e historias. En cada liberación, nosotros como Biblioteca Libre, llevamos un stock de ejemplares para tener de base para el intercambio, y montamos una suerte de biblioteca al aire libre, con espacios para leer, escribir y conversar.
¿Actualmente, cuáles son las necesidades que ustedes ven en la difusión lectora?Creemos que hoy en día, la gente en gran medida no lee porque los libros no están al alcance, ya sea en términos económicos como en cuanto a la distribución espacial (en otras palabras, no leen porque son muy caros o bien porque habiendo textos gratis de bibliotecas municipales y otros, estos no están cerca de sus lugares de trabajo o residencia). En ese sentido, creemos que nosotros como Biblioteca Libre aportamos a fomentar la lectura, acercando los libros a las personas, tanto por las intervenciones esporádicas (como las liberaciones masivas) como con iniciativas permanentes (como las Bibliocabinas en el centro de Santiago).
¿Hasta el momento, cómo ha sido la implementación de esta modalidad en las calles de Santiago?Respecto a las liberaciones masivas, podemos afirmar que han sido exitosas tras realizar ya más de veinte en distintas comunas de la Región Metropolitana (Santiago, Quinta Normal, Providencia, Estación Central) con una asistencia promedio de 700 personas y un movimiento de mil libros en cada una. La recepción de la gente que asiste así como la de las instituciones y personas responsables de los lugares que ocupamos para realizar estas actividades ha sido muy positiva, y por lo mismo las seguimos realizando. En cuanto a las Bibliocabinas en el centro de Santiago, pasado un poco más de un mes desde su instalación, podemos concluir que de alguna u otra forma están cumpliendo su objetivo principal: que los libros lleguen a la gente. Por ahora, no hemos podido evaluar cuántos de los libros que hemos puesto en las cabinas efectivamente se están leyendo (o están parados por ahí sin uso) o cuántos libros han llegado a las bibliocabinas de parte de personas particulares que quieren compartirlos, pero lo importante es que las cabinas siguen ahí, bien cuidadas y disponibles para que se genere el intercambio de libros.
¿Por qué la idea de intervenir la ciudad a través de la literatura?Más que intervenir la ciudad a través de la literatura, yo lo veo justamente al revés. Creo que estamos interviniendo la literatura a través de nuestra ciudad. Es decir, estamos fomentando la lectura en las personas, "aprovechándonos" de la ciudad, y en particular de los lugares públicos. Ahora ¿Por qué? Bueno, creemos que una forma de incentivar la lectura es llevando los libros a las personas (y no al revés), por lo mismo los lugares donde ellas transitan es por la ciudad (hay lugares específicos donde el flujo es considerable, como el Paseo Ahumada y la calle Estado, espacios en los que contamos con Bibliocabinas, por ejemplo), por lo que resulta natural intervenirla para lograr nuestro objetivo.
¿Qué pretenden conseguir con esta iniciativa? ¿Algún cambio cultural en torno a la lectura?Por lo pronto, queremos que en Chile se lea más. La idea es que para los diferentes grupos etarios, leer sea un hábito más dentro de su vida, como lo es hoy en día ver una serie, chatear por Facebook o jugar Candy Crush. Esto requiere de un cambio de mentalidad: valorar y cuidar el libro como objeto y símbolo de transmisión cultural (no verlo como un producto comercializable), y de confianza con la comunidad de la Biblioteca Libre en que se cuidarán los espacios e instalaciones públicas (por ejemplo las Bibliocabinas).