Fines de febrero y comienzos de marzo es época de carnaval en la gran mayoría de los países de América Latina. Son fiestas llenas de color, música y alegría antes de comenzar el período de recogimiento de cuaresma que parte el Miércoles de Ceniza (5 de marzo este año). Estos tienen una duración distinta según la zona, pero por lo general comienzan un viernes y duran hasta el martes de carnaval, un día antes del inicio de la cuaresma. A este último día de fiesta se le llama, en algunos lugares, ‘Entierro de la Sardina’.
En Bolivia el más popular es el de Oruro. Estuve hace muchos años en ese lugar, una maravillosa experiencia que recomiendo a todos los que les gustan el arte popular y el folclor. Una semana completa de carnaval en el que las diabladas, las danzas típicas y los bailes andinos son una preciosa muestra del sincretismo religioso y pagano de una cultura que se vive hasta hoy. Esta pequeña ciudad altiplánica revive durante el mes de carnaval exhibiendo las más bellas máscaras y trajes, tales como el diablo Supay, guardián de la tierra y de los minerales que en ella encierra; es decir, el garante de la riqueza de la comunidad. Sobre todo en una ciudad de tradición minera como es Oruro. Acá, esta fiesta popular es tan magnífica que fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Otro famosísimo carnaval es el de Río de Janeiro. Es, de hecho, el más concurrido del mundo. Acá, los grupos de samba son el centro de atención. Al igual como sucede en Oruro y otros lugares, las escuelas de baile se preparan durante todo el año para dar a conocer el arte de la danza en el llamado Sambódromo, al que pueden llegar hasta setenta mil personas a ver este espectáculo. Cada grupo puede llegar a tener hasta cinco mil miembros entre bailarines, músicos, tramoyas, asistentes, entre otros. También está el carnaval de Salvador de Bahía, que es menos masivo que el de Río de Janeiro pero muy concurrido y alegre.
En Argentina, famosas son las murgas en el sector de Río de la Plata. Es una celebración típica de esa zona con música y bailes tradicionales.
Origen de los carnavales
Si bien no se sabe con exactitud la procedencia de estas fiestas, hay algunos historiadores que dicen que se originan en las fiestas de Oriente Medio en Sumeria y Egipto. Sin embargo, se piensa que son celebraciones griegas y romanas en honor a Baco y Dionisio, respectivamente, según la cultura, el dios del vino y las celebraciones.
Con el cristianismo se fusionaron costumbres populares con religiosas dando origen a los carnavales en toda Europa. Famosas son las celebraciones en Venecia, Italia, Valencia, España, e incluso en lugares como Alemania, donde también hay procesiones con música, máscaras y bailes.