• Si la soledad ya era uno de los grandes temas que preocupaban a quienes trabajan con este segmento etario, la pandemia dejó de manifiesto la urgencia de aplacar esta situación. Desde 2020, Fundación AMANOZ implementa un programa de voluntariado de acompañamiento telefónico con usuarios de demanda espontánea y otros derivados por municipios, diversas instituciones de mayores y Fono Mayor de SENAMA para mitigar este problema.
        En Chile existen alrededor de 450.000 hogares unipersonales de personas mayores (CENSO 2017), a los que se suman los hogares donde viven solas parejas de personas adultas mayores. Sin embargo, la soledad no siempre tiene relación con vivir en un hogar unipersonal, sino que se relaciona con la falta de participación social-comunitaria y el no tener con quien conversar sus inquietudes. Estos datos aparecen en la Quinta Encuesta de Calidad de Vida en la Vejez de la Pontificia Universidad Católica de Chile (2019) donde un 43,5% de las personas mayores chilenas percibe algún grado de soledad y un 49,8% se siente preocupado por quedarse solo, 2% más que en la encuesta anterior.
      Quienes trabajan con este segmento etario ven que la soledad aumentó con la pandemia, la que expuso a muchas personas mayores a un aislamiento impuesto o no deseado como consecuencia del cuidado y protección hacia este grupo por considerarse “de riesgo”. Algo que conlleva varias consecuencias indeseadas en su salud física y mental.
      Vimos hace unos días el triste relato de una persona mayor, Nelson, en Chilevisión, solicitando ayuda urgente a su problemática: pedía nada más que compañía. Fundación AMANOZ es hoy una respuesta concreta a esta creciente necesidad, a través del programa de acompañamiento voluntario ATM: Acompañamiento Telefónico Mayor.
    AMANOZ desde marzo de 2020 implementa este programa de voluntariado con usuarios de demanda espontánea y otros derivados por municipios, diversas instituciones de mayores y Fono Mayor de SENAMA. Entre abril y julio del año pasado, la Fundación - en coordinación con la Universidad de Granada - realizó una investigación cuyo objetivo fue verificar si el acompañamiento genera una disminución en la percepción de la soledad social y si los afectos positivos y la balanza afectiva aumentan, disminuyendo los efectos negativos. De un universo de 72 personas mayores usuarias del acompañamiento se aplicaron dos tipos de test para medir el antes y después de la intervención. Los resultados fueron:
    ●  Se aprecian variaciones positivas en un grupo de usuarios, entre los cuales disminuyó la percepción de soledad social y aumentaron los afectos positivos y la balanza afectiva.
    ●  Si bien no se logra la significancia estadística, se evidencia en un grupo (69,4% de los casos) mejoran o mantienen la soledad percibida.
    ●  Un 21% mejora en todas las variables del estudio.
Cabe destacar que una reciente investigación de la Universidad de Brigham Young, en Provo, Utah, USA, realizada por la psicóloga y neurocientista Julianne Holt-Lunstad, buscando responder la pregunta ¿que cosas ayudan a vivir 100 años o más?, dio a conocer los siguientes resultados: luego de hacer seguimiento a miles de personas de mediana edad y volver a verlas años después (a quienes quedaban vivos) descubrieron que si bien el estilo de vida, el ejercicio, la medicina y otros eran predictores, lo que realmente redujo las posibilidades de morir antes no eran aquellas variables. Así pues, por ejemplo, el ejercicio aparece en séptimo lugar como predictor, la medicina cardíaca en sexto, las vacunas en quinto y sorpresivamente en segundo y primer lugar aparecen distintos aspectos de la vida social: en el segundo lugar aparecen las relaciones cercanas, la importancia que tienen esas personas a quienes puedes llamar si te sientes mal, si estás en crisis o necesitas dinero, es decir, personas de confianza. Y en primer lugar aparece la integración social, es decir, con cuántas personas interactúas a lo largo de tu día, con cuánta gente hablas. Se refiere a lazos débiles y/o fuertes y no sólo a personas que significan mucho para ti, vale decir esa conversación con el cartero, con un chofer, con un vendedor, con personas en un club social, entre otros.
“Esta investigación es muy significativa para la labor de Amanoz y para el desafío país que tenemos actualmente. Pues no sólo debemos acompañar que es quizás un rol clave de nuestra sociedad y de cada una de las personas que la componemos sino que debemos promover la integración social que es un tema que va más allá de un cambio cultural y que requiere políticas de efectivas en este sentido” señala Alejandra Valdés a cargo de Amanoz.
Finalmente, cabe destacar que el acompañamiento telefónico favorece el intercambio intergeneracional -como plantea Yusta, R.,2019- a través del voluntariado se fomenta el contacto entre generaciones creando sinergias tanto para los voluntarios que ejercen el acompañamiento como para los acompañados. “Dicho contacto intergeneracional se fue evidenciando el año 2020 conforme avanzaba la cuarentena en el acompañamiento telefónico implementado por AMANOZ, a mayor tiempo/cantidad de encierro, más personas jóvenes se acercaron al voluntariado de acompañamiento telefónico, se sensibilizaron y empatizaron con las personas mayores expuestas al confinamiento preventivo”, comenta Alejandra Valdés, directora ejecutiva de la Fundación.
La soledad no deseada puede tener serias consecuencias en la salud física y mental de las personas mayores ya que no es lo mismo vivir solo, que estar solo y sentirse solo y no es lo mismo una soledad temporal que una soledad permanente, una soledad elegida o una impuesta.
Sin duda, es importante agregar la distinción entre soledad impuesta y soledad elegida. La primera, puede venir acompañada de sufrimiento psíquico y a menudo de un aumento de los problemas de salud y de riesgo de mortalidad (Gerst-Emerson & Jayawardhana, 2015; Hawkley & Cacioppo, 2007; Paúl & Ribeiro, 2009; Shiovitz-Ezra y Ayalon, 2010 en Pinares y Bellegarde, 2018).
Además de las consecuencias psíquicas que la soledad puede acarrear como son la baja autoestima, depresión, la inducción al alcoholismo, las ideas suicidas, el suicidio, los trastornos psicopatológicos y la neurosis. Otras consecuencias de la soledad en la salud pueden ser una mayor probabilidad de desarrollar demencia, debilitación del sistema inmunológico, aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, migraña, problemas digestivos e insomnio y aislamiento social (Bermejo 2003; Iacub 2017); Incluso, la soledad puede ser tan dañina como el equivalente a fumar 15 cigarrillos al día. (Informe 2017, Convención Anual de la Academia Americana de Psicología).
En este link encontrarán un video que realizó recientemente AMANOZ, donde se muestra el impacto del trabajo voluntario de acompañamiento a personas mayores que se sienten solas. https://youtu.be/MWKdjKMT4bs