Los moáis son una de las piezas patrimonio de la humanidad más conocidas del mundo, pero estos íconos de la Isla de Pascua están en peligro debido a los líquenes, éstos son una simbiosis entre hongos, bacterias y algas que corroen la piedra, produciendo su  levantamiento, formando concavidades y orificios, generando el futuro deterioro de uno de los más importantes atractivos turísticos de Rapa Nui. Es por eso que desde el 2009, la Escuela de Artes Aplicadas, el Instituto Lorenzo de Medici, CORFO y CONAF Isla de Pascua han trabajado en un programa de conservación patrimonial orientado a la prevención del deterioro, el rescate o salvataje de sitios en alto riesgo y su puesta en valor para su mejor resguardo.

Para esto trajo  al Director del Centro de Restauración del Instituto Lorenzo de Médici de Florencia, Lorenzo Casamenti, quien realizó la capacitación sobre “Conservación preventiva y activa sobre piedra toba, escoria roja y basalto vesicular” a guardaparques de Rapa Nui y a estudiantes de enseñanza media de la isla para que puedan ejecutar tratamientos de conservación y aplicar nuevos procedimientos de extracción de líquenes como la hidrofobización, impermeabilización de la piedra al agua y con el  basalto vesicular.

“El corazón de este proyecto es que los propios pascuenses aprendan a conservar su patrimonio turístico y lo aprecien. Actualmente hay 6 personas capacitadas en la isla, la idea es ampliar el número, ya que existen más de 1000 moáis. Aún hay mucho que hacer en este tema”, según explica Lorenzo Casamenti en cuanto a la necesidad de capacitar a las nuevas generaciones.

La iniciativa se gestó en el 2009, cuando Lorenzo llega a Chile en calidad de turista a Isla de Pascua, lo primero que lo impresionó fue las condiciones de conservación de muchos moáis, algunos casi llenos de líquenes. Ante esto lo primero que solicitó fue un permiso, como Director del área de Restauración del instituto Lorenzo de Médici de Florencia, para llevarse a Italia unas muestras de piedra toba con líquenes (constituyente del moai)  para su análisis e identificar el tipo de líquen y qué químico es el más eficaz para su destrucción. Este examen en nuestro país demora alrededor de 3 años, en Florencia sólo toma 40 días.

Una vez que se realizó este análisis, se concretó la idea de formar un proyecto para transferir el conocimiento a guardaparques de la CONAF en la Isla. Es así que la Escuela de Artes Aplicadas de Santiago, la CONAF y el Instituto Lorenzo de Médici se hicieron cargo de este problema y hasta ahora han realizado 7 capacitaciones a pascuenses en los diferentes procesos de conservación y restauración en piedra, con la idea que los habitantes, quienes son los portadores de la tradición, cultura e historia de este patrimonio, sean capaces de cuidar sus recursos turísticos. Así mismo, Lorenzo Casamenti junto con capacitar ha coordinado el trabajo práctico de extracción de líquenes en el moái Ahu Ature Huki de playa Anakena el cual tardo 7 meses en estar listo.

La extracción del líquen es un trabajo de mucha delicadeza y paciencia. Son necesarios varios procesos, primero la aplicación de un químico que mate al hongo,  luego su extracción con unos palillos de madera, evitando debilitar la piedra. Siguiendo de un consolidante e hidrorepelente. Este procedimiento de conservación dura 7 años”, según explica Casamenti.

Este proyecto sigue en curso, ahora con la conservación de un moai de Tonga Riki, plataforma ceremonial más majestuosa de Isla de Pascua, el cual será intervenido por los alumnos capacitados  por Casamenti en enero de 2015.

Imágenes: Milenka Cuadros, CONAF Rapa Nui.